El actual secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, era presidente de Exxon cuando se negó a venderle a Hugo Chávez el 51 por ciento de la filial venezolana de la petrolera. El caso fue a un tribunal internacional en el que Tillerson exigía 10.000 millones de dólares, pero el gobierno chavista solo le pagó 1.600 millones. De ahí en adelante, Tillerson le cogió bronca al castro-chavismo. Desde 2015 la Exxon ha encontrado dos yacimientos enormes en aguas en litigio desde hace un siglo entre Venezuela y Guyana. El expresidente de Exxon, ahora como secretario de Estado de Trump, apoya integralmente a Guyana y piensa evitar que un solo dólar de esos yacimientos le llegue a Maduro.