La apuesta por la recuperación del cultivo de algodón en los Llanos Orientales de Colombia es una realidad gracias al trabajo de todos los actores de la cadena, incluida la industria química.

La Finca ALIAR, en el municipio de Puerto Gaitán, cuenta con un primer piloto que revela los avances técnicos de las variedades Fibermax, que empresas como BASF está desarrollando en el área. Esto con miras a entregar a los agricultores en el inmediato futuro, materiales que permitan el resurgir de la actividad algodonera y contribuir con ello al crecimiento del sector para los próximos años, esperando llegar a una primera meta de 50,000 hectáreas por año. Además de estar de vuelta con el cultivo de algodón en los Llanos, este será el primer registro de algodón con tecnología GMO en la región.

“Nuestro objetivo, al traer estas tecnologías a Colombia, es recuperar el cultivo de algodón para el país y llegar a 50.000 hectáreas en 2025. Queremos que el cultivo de algodón sea una vez más un protagonista en la rotación rentable en sistemas de cultivos semestrales, gracias a la tecnología contenida en estas variedades, que permiten hacer un manejo más eficiente de plagas y las malezas con grandes incrementos, en productividad y calidad de fibra. Con los materiales Fibermax® la producción de fibra por hectárea en el país ha crecido en más de un 30% en algunas zonas”, explica Eduardo Cerón, gerente de país de BASF Soluciones para la Agricultura en Colombia, en un comunicado.

Según información entregada por las Naciones Unidas, se estima que alrededor de 350 millones de personas en todo el mundo realizan actividades económicas relacionadas con el algodón y más de 100 millones de familias agricultoras se benefician económicamente de este producto.

Con estos aportes, la industria química espera posicionar nuevamente al algodón como uno de los principales cultivos en Colombia y Latinoamérica. Las nuevas variedades, la mejora de suelos y la nueva localización de los cultivos, han permitido obtener algodón con excelentes resultados en las pruebas de campo, lo que augura que la región de los Llanos Orientales pueda convertirse en la principal despensa para el abastecimiento de la demanda de fibra nacional y externa.