Durante años el mayor dolor de cabeza de las empresas ha sido la movilidad y la logística, dos temas que confluyen y que, debido en parte a su mal uso, suelen provocar sobrecostos, endeudamiento e ineficiencias en los procesos industriales. Sin embargo, la evolución de las tecnologías y las nuevas modalidades de trabajo han impulsado el renting como una alternativa de movilización que no necesita cuota inicial, no genera endeudamiento y es una de las opciones más elegidas a nivel mundial por organizaciones de todos los tamaños.

Para el año pasado, la agremiación para el alquiler de vehículos (Asorenting), señaló que el país cuenta con más de 40.000 vehículos para alquiler en todos los segmentos (livianos, utilitarios y pesados). Parte de esas cifras hacen prever a José García, cofundador de Alkirenting.com plataforma de renting de carros en Colombia y empresa especializada en este tema, que para este año el mercado empresarial de renting de vehículos crecerá en más de un 15 % en el país.

Esto, teniendo en cuenta que para el año pasado esta plataforma hizo un análisis del mercado, en donde Colombia se ubicó en el tercer puesto de los países de Latinoamérica con mayor número de matrícula de carros en modalidad de renting, por detrás de Brasil y México.

“Este modelo de alquiler de vehículos a largo plazo no solo optimiza diferentes procesos dentro de cada organización, sino que también da la posibilidad de acceder a una flota vehicular nueva, genera ahorros en cargas fiscales o tributarias, y permite a las empresas que no se tengan que ocupar de trámites anuales, ni seguros, impuestos, repuestos o mantenimientos”, aseguró García.

Incluso, si bien el caso puede variar dependiendo de las necesidades vehiculares y el tipo de empresa, algunos estudios han señalado que el ahorro que podría llegar a obtener cada organización varía entre un 10 a un 15 % anual.

Es por ello que el renting representa una oportunidad para las compañías de tener acceso a los carros que necesitan para su operación logística, comercial y operativa, sin la necesidad de afectar su flujo de caja, ni asumir grandes riesgos sobre su capital.