En la historia reciente del país, los años 2020 y 2021 han sido tal vez los más complejos. El primero, enmarcado por la pandemia y el segundo, por paros, bloqueos y afectación de la capacidad productiva nacional. Sin embargo, precisamente estos años difíciles han sido los de mayores ventas para Harinera del Valle con un crecimiento que promedia el 14%.

“Nuestros clientes y consumidores están en el centro de todo lo que hacemos. Durante la pandemia y los paros, nuestras cinco plantas de producción en el Valle, Cauca y Bogotá trabajaron a tope, al igual que nuestros 11 distritos comerciales en toda Colombia, garantizando el abastecimiento de nuestros productos, implementando estrictos controles, sobreponiendo siempre la salud y la seguridad”, explicó esta compañía de alimentos con 75 años de historia.

Juan Carlos Henao, presidente de Harinera del Valle | Foto: Cortesia Harinera del Valle

Ahora la firma se enfrenta a nuevos retos: precios de los insumos al alza, dificultades en el suministro de materias primas por situaciones como la guerra entre Rusia y Ucrania, y hasta los efectos del cambio climático en las producciones globales. Esto sumado a la volatilidad de la tasa de cambio.

Las cifras del índice de precios al productor, a julio, registran un incremento superior al 32% en el último año. “Si bien la industria se ha visto obligada a transferir buena parte de estos efectos a los precios de venta, esta circunstancia también nos ha obligado a encontrar eficiencias adicionales en todos los procesos de nuestra compañía, de tal forma que una parte de estos incrementos sea asimilada por reducciones internas de costos”, advierte la empresa.

Harinera del Valle es uno de los grandes importadores y procesadores de harina de trigo en el país. | Foto: Getty Images

Ante las presiones por los precios altos, la compañía ha venido adaptando su portafolio, por ejemplo, con el desarrollo de presentaciones de menor desembolso. Harinera del Valle trabaja con las casas operadoras y comercializadoras de granos en el mundo para lograr un suministro continuo sin sacrificar la calidad y cumpliendo con los compromisos adquiridos.

“El incremento en las tasas de interés y la devaluación del peso afectan nuestros resultados financieros, porque nuestras principales materias primas son importadas. No obstante, continuamos con un compromiso firme con nuestra región y con nuestro país”, puntualiza la compañía.