El Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizó un informe sobre el panorama actual del mundo a nivel laboral, haciendo el llamado a pensar en los empleos y la protección social.

Como punto de partida, la organización señaló que las crisis se están incrementando mutuamente en materia económica, como por ejemplo lo son los aumentos de deudas en las naciones. Estos aspectos están afectando en gran medida a los países en desarrollo, agravando los obstáculos que hay en materia de empleo a nivel mundial, tanto en las naciones de altos como de bajos ingresos, sumado a que intensifica las desigualdades existentes desde hace algunos años.

La predicción que hace el Observatorio es que, al finalizar el año, el desempleo mundial disminuya a niveles anteriores a los de la pandemia, alcanzando los 191 millones de personas (5,3 % de la tasa global). Empero, las estimaciones muestran que los países de bajos ingresos continúan por debajo de las cifras de recuperación.

Tasa de desempleo, 2007-2023 a escala mundial (valores porcentuales) | Foto: Semana

La OIT advierte que los territorios de bajos ingresos en África y la región árabe tienen pocas probabilidades de recuperarse para este año frente a los niveles de desempleo. Se proyecta que la tasa para el norte africano será de 11,2 %; 6,3 % para África Subsahariana y en el caso de los Emiratos Árabes Unidos el proyectado es 9,3 %. Las tres regiones acabarán en índices inferiores a los que había en 2019, el año previo a la pandemia.

Por otro lado, el informe destaca que las tasas en América Latina (-6,7 %), el Caribe (-6,7 %), Europa del Norte (-6,3 %), Meridional (-6,3 %), Occidental (-6,3 %) y Asia Central y Occidental (-7,8 %) han reducido sus niveles de desempleo con respecto a las cifras del periodo anterior a la pandemia.

“Más allá de las tasas de desempleo, un nuevo indicador desarrollado por la OIT, la brecha de empleo, ofrece una medida más exhaustiva de la demanda insatisfecha de empleo, sobre todo en los países en desarrollo. Este indicador comprende todas las personas que desearían trabajar pero no tienen un empleo”, señala la organización sobre la importancia de contar con las cifras de desempleo a nivel global, para encontrar las soluciones correspondientes para afrontar las diferentes crisis.

Gráfico 2. Tasas de desempleo a escala mundial, por (sub)región y grupos de países con arreglo a sus ingresos, en 2019, 2022 y 2023 (valores porcentuales) | Foto: Semana

Las variaciones en la brecha de empleo apuntan a una disparidad a nivel mundial. Con respecto a la búsqueda de mejorar esta situación, los países de bajos ingresos son los que más complicado tienen revertir el desempleo, debido a que cuentan una tasa promedio de 21,5 %. En contraste, las naciones de ingresos medios tienen poco más de 11 % y, como era de esperarse, los países de altos ingresos cuentan con facilidad para superar la tasa del 8,2 %.

Como asunto negativo, el informe también indica que los países de bajos ingresos son el único grupo que constituye un incremento a largo plazo en la tasa de brecha de empleo en los últimos 18 años, pasando de 19,1 % en 2005 a 21,5 % en la actualidad.

. Brecha de empleo en 2023, por sexo y nivel de ingreso (valores porcentuales) | Foto: Semana

Para los países en desarrollo, los crecientes niveles de la deuda y otros desafíos, reducen considerablemente el alcance de las intervenciones políticas. Las dificultades financieras y fiscales obstaculizan las respuestas a amenazas complejas, que incluyen conflictos, catástrofes naturales y crisis económicas que tiene a reforzarse mutuamente (policrisis), agravando la brecha de empleo.

Según el informe, las naciones de bajos ingresos agobiados por la deuda enfrentan una brecha de empleo mucho más alta, de hasta 25,7 % en 2023, frente a 11 % en los países en desarrollo con bajo riesgo de sobreendeudamiento. Además, se evidencia que las carencias significativas en políticas de protección social en los países en desarrollo, lo cual aporta a las dificultades en lo económico y social.

A modo de conclusión, el análisis de la organización indica que el apoyo financiero mundial es importante para la creación de empleo y la protección social en una época que las múltiples crisis y perturbaciones afectan en gran medida el rumbo del planeta. Para garantizar la recuperación hay que apoyar la transformación estructural a largo plazo, siendo fundamental la creación de un espacio fiscal para las inversiones sociales en los países de bajos ingresos.