Heidi Gardner, miembro de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard y cofundadora de la firma consultora Gardner and Co, dio a conocer en una conversación con el canal de televisión estadounidense CNBC, el rasgo “indeseable” que puede afectar la confianza y el clima laboral al interior de cualquier empresa.

De acuerdo con la experta, son muchos los atributos que una persona puede aportar en su lugar de trabajo. Sin embargo, hay uno en particular al que llamó la atención, al considerar que puede tener un efecto negativo cuando se busca impresionar a los jefes, pasando por alto a los compañeros de trabajo.

Se trata de “tomar el crédito por las ideas de otras personas” que para Gardner puede indicar una de dos cosas: Falta de confiabilidad o falta de competencia.

Manifiesta que cuando un trabajador incurre en este tipo de acciones, no sólo está demeritando a sus compañeros, sino que además, no los está respetando; situación que puede escalar en conflictos al interior de los equipos de trabajo. “Tal vez no pueden ver cuánto valor aportan las personas que los rodean frente a su propio éxito. Y esa incapacidad para apreciar las contribuciones de otras personas es una gran señal de alerta para mí”, expresó.

El tomar crédito por una idea que no es propia, es según expertos, uno de los aspectos que puede afectar el clima de trabajo al interior de una empresa.

La experta indica además que cuando una persona asume el crédito de algo que no es suyo, puede que sólo éste buscando algún tipo de reconocimiento o aprobación por parte de sus superiores, pero con su proceder lo que está generando es que aquello que fue resultado de un trabajo grupal, termine convirtiéndose en motivo de discordia; debido a que la propuesta termina siendo elogiada por los jefes desde una perspectiva individual y no como el fruto de un esfuerzo colectivo.

Cuando un trabajo se apropia de manera intencional de los resultados de un proceso, presentándolos como resultado propio, termina con el tiempo ocasionando pérdida de confianza, tanto al interior de sus colegas como de sus jefes.

“Esto no significa que debas dejar de colaborar. El trabajo en equipo es crucial para el éxito de cualquier empresa y, por extensión, para su propio éxito”, señaló Gardner al manifestar que “más bien, debe ser transparente cuando una idea no es suya para evitar parecer poco confiable”.

Expresó además que “tengo que creer que alguien no es un imbécil para poder colaborar con ellos. Tengo que creer que cuando me desafían o me cuestionan, lo hacen desde un punto de vista genuinamente constructivo”, al tiempo que recalcó que “si alguien se atribuye el mérito del trabajo o las ideas de otra persona, no es digno de confianza en ese sentido”.

Vale la pena de destacar en torno a la confianza al interior de las empresas, que este es uno de los principios que más valoran los jefes, y sobre el cual, el multimillonario Warren Buffett -el quinto hombre más rico del mundo, según Forbes- ha hecho especial énfasis a la hora de buscar un empleado o socio comercial.

“Buscamos inteligencia, buscamos iniciativa o energía y buscamos integridad”, dijo el presidente de Berkshire Hathaway en un encuentro con estudiantes de MBA en la Universidad de Florida, en donde también señaló que si un trabajador carece de integridad “los dos primeros te matarán. Porque si vas a conseguir a alguien sin integridad, los quieres holgazanes y tontos”.

Un trabajo que genera confianza es alguien con integridad, siendo ésta una de las cualidad que más valoran los directivos y jefes del personal que labora al interior de sus organizaciones.

Finalmente, la experta de Harvard concluye expresando que la clave del éxito es la “colaboración inteligente “, un término que acuñó para describir cuando empleados trabajan juntos en una tarea que podría haberse hecho solo. Esto, “da como resultado una mayor confianza, productividad y calidad del trabajo, siempre y cuando todos sean transparentes sobre quién contribuyó al proyecto, eso es”, aseveró Garner, enfatizando en que plagiar y mentir va en sentido contrario a lo previamente expuesto y que, por tanto se convierte en una “anti-colaboración”, y ese es el rasgo número uno del que los profesionales deben alejarse.