Este gasto permitió que muchas de las empresas en Colombia aumentaran sus ventas y sus rentabilidades de manera importante, no solo por el alza de la inflación, sino por el retorno de los compradores al mercado, gracias al fin de los aislamientos, el aumento del empleo y la expansión del crédito. En el consumo masivo no fue diferente: la compra de bienes mensuales, como alimentos, aseo, gaseosas y bebidas (que pesan el 22,3 por ciento del PIB y el 7,57 por ciento de las ventas de las 5.000 empresas en 2021), se vieron fuertemente beneficiados por la recuperación del empleo y del ingreso de los hogares, aunque tuvieron retos muy complejos en aumentos de costos por insumos importados, empaques y mayores precios de los productos agrícolas. Pese a esto, las ventas de las empresas de consumo masivo de alimentos y aseo que clasificaron entre las 5.000 más grandes del país crecieron 8,3 por ciento, llegando a 104 billones de pesos.

Algunos podrían pensar que es un dato menor, con una inflación promedio en 2021 de 5,3 por ciento y con la caída del consumo y de la economía en 2020. Sin embargo, estas empresas –particularmente las de alimentos y bebidas– debieron hacer un enorme esfuerzo en los aislamientos para lograr cambiar sus modelos de distribución, continuar cubriendo el mercado nacional y compensar la caída de las ventas en el canal ON (fuera de casa). Así, en 2021, lograron retornar lentamente a sus mercados y coberturas, aprovechando el apoyo que les dieron a los tenderos de barrio y el que recibieron del comercio minorista moderno (grandes cadenas), lo cual sirvió para capturar la productividad lograda para el sector durante la pandemia.

Mientras esta “fiesta” de hogares y productores se vivía, el comercio minorista moderno, que distribuye estos y otros productos, si bien aumentó sus ventas en 2021 (12 por ciento), mantuvo márgenes negativos debido a casos particulares, como los llamados hard discounts, que para este año dieron utilidades netas negativas.

Para el común de las personas, las empresas de consumo masivo y el comercio deben tener grandes márgenes sobre sus ventas porque venden mucho, pero la verdad es que los márgenes son solo del 8,9 por ciento y -0,8 por ciento, respectivamente, lo que deja ver el enorme esfuerzo que hizo el comercio en Colombia para defender a los hogares de la creciente inflación que se comenzaba a sentir.

No todas las industrias y sectores llegan directamente a los hogares. Los servicios públicos, las telecomunicaciones, el vestuario, los muebles e incluso los productos de entretenimiento se suman a los productos de consumo masivo para satisfacer las necesidades de los consumidores. Estas empresas aportaron 21 por ciento del total de ventas de las 5.000 incluidas en el ranking, lo que muestra su importancia y la enorme relación que tienen con el otro 89 por ciento, sin el cual no hubiera sido posible que los productos se hicieran, se distribuyeran, comercializaran y repararan. El consumo de los hogares sigue siendo el motor de nuestra economía y su retorno salvó a miles de empresas.