Las medidas de emergencia tomadas por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en las últimas semanas, sobre los problemas de deuda de los países PIIGE (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), toman un sentido de urgencia después de ver con detenimiento que la salud fiscal de estas economías depende de los pagos de otras que están en riesgo. Según este esquema, adaptado de un artículo del diario The New York Times (Web of Debt), se observa que el incumplimiento de cualquiera de estos países europeos podría generar una serie de impagos que pondrían a colapsar las finanzas de todos ellos, incluidos Frnacia, Alemania y Gran Bretaña, quienes son acreedores del 52% de las deudas de los países PIIGE. El 57% de la deuda de Grecia y el 50% de la deuda Irlandesa, es proveniente de préstamos de Gran Bretaña, Francia y Alemania. De la deuda griega, otro 12% lo debe a Portugal, Irlanda, Italia y España. El país que menos deuda tiene con Gran Bretaña, Francia y Alemania es Portugal, el 40,56% de lo que debe es propiedad de esos países. Otro 11,33% lo debe a Grecia, Irlanda, Italia y España. Por su parte, Italia le debe a Francia cerca del 20% de su Producto Interno Bruto (PIB),  US$511.000 millones. Con este racionamiento, se entiende la urgencia con que se tomaron las medidas de emergencia para salvar la deuda de Grecia y de los países PIIGE.     Lea también: Los rescates financieros más grandes del FMI                        La tragedia griega: sólo hemos visto el principio                        Crisis de deuda soberana en Europa