Elizabeth Taylor fue una mujer de grandes pasiones. Se casó ocho veces, tuvo varios deslices y una lista interminable de admiradores. Sin embargo, ninguna de esas relaciones superó su mayor pasión: los diamantes. En su libro de memorias, titulado My Love Affair with Jewelry, la actriz describió las piedras preciosas como "el sentimiento más extraño de belleza". Por eso, se dedicó a coleccionarlas y llegó a tener piezas tan extrañas y valiosas como La Peregrina, una perla del siglo XVI avaluada en tres millones de dólares. Esta y otras 80 joyas, 29 de las cuales se las regaló el actor Richard Burton, serán vendidas por la casa de subastas Christie's de Nueva York, entre el 13 y el 16 de diciembre. Del lote, que también incluye unas 400 prendas y accesorios de Taylor, se espera recaudar más de 30 millones de dólares. Parte de las ganancias se destinará a la fundación para la lucha contra el sida que la diva de los ojos violeta fundó en 1991.