A este profesor de la primaria del Iedr Pasquilla, de Bogotá, se le ocurrió elaborar una estrategia que incluyera la creación de un aula de clase democrática, un club de lectores y un periódico llamado El Granjero Escolar. Todo esto complementado por una serie de propuestas ambientales como una finca autosostenible, reciclaje veredal y reforestación de microcuencas hídricas. De esta manera, su objetivo era lograr que los alumnos participaran más activamente en las clases y que propusieran soluciones a los problemas de su entorno. Y tuvo éxito. Por la aplicación de su proyecto, la semana pasada recibió la distinción de Gran Maestro del Premio Compartir al Maestro 2005. Con esta labor, Orozco ha logrado mejorar las habilidades en lenguaje y matemáticas de los estudiantes, lo que le valió el reconocimiento de la Cepal como una de las 100 mejores experiencias en innovación social.