Dianne Ashworth, una mujer australiana con una condición hereditaria y degenerativa conocida como retinitis pigmentosa, que le causó ceguera, por primera vez pudo ver un rayo de luz, según se conoció la semana pasada. Lo logró gracias a un implante ocular conectado a la parte de atrás del ojo que fue estimulado desde un laboratorio para que Ashworth pudiera ver el destello. Aunque los medios lo han llamado 'el ojo biónico', este prototipo aún está en etapa de evolución. La siguiente fase consistirá en incorporar una cámara externa que capture imágenes del mundo exterior y las transmita al implante.