Es la primera vez que un rejoneador y no un torero se lleva el trofeo El Señor de los Cristales. Quien se alzó con el premio fue Pablo Hermoso de Mendoza. Este es el máximo reconocimiento que otorga la Fundación Plaza de Toros de Cali a los toreros que hayan logrado el mejor espectáculo para los asistentes de las corridas, con una impecable labor en conjunto que incluye faena, toro y actuación.