Desde que el covid-19 tocó suelo colombiano, el SENA puso a disposición del país los conocimientos y experiencia de sus aprendices, egresados, colaboradores e instructores de las distintas regionales. Rápidamente las directivas, en unión con varias instituciones educativas y de salud, identificaron varias iniciativas estratégicas para aportar al control de la pandemia en el territorio nacional y así, contribuir a la protección de la salud de los colombianos.  Desde entonces, la entidad ha trabajado en el diseño de ventiladores mecánicos y de cajas de aislamiento y ha fabricado filtros de agua, derivadores 4x1 de ventilación, tapabocas, trajes de protección, caretas y mascarillas para el cuerpo médico. Además, el SENA ha suministrado y repartido alimentos perecederos para las familias más vulnerables de los aprendices, ha dispuesto infraestructura, centros de convivencia y personal para la toma de pruebas de detección y para la prestación de servicios de salud.  Proteger a quienes nos protegen ha sido una gran motivación para el SENA. En la regional Quindío se trabaja en una cápsula protectora para los profesionales de la salud que deben atender a pacientes con covid-19, la cual garantiza que puedan tratarlos sin entrar en contacto directo. En Santander también se han puesto la camiseta. Allí empezaron a imprimir máscaras de protección 3D para donar a los profesionales de la salud de la región. Así mismo, con el apoyo de las empresas privadas, se ha avanzado en el desarrollo de caretas de defensa, cajas de intubación y medios de seguridad sanitaria para transporte de pacientes en ambulancias.  Mientras tanto, los aprendices e instructores del SENA, del área de confección, se han puesto manos a la obra para producir tapabocas. De hecho, en la regional Caldas, desde finales de marzo, se han producido 300 tapabocas para suplir la demanda del departamento.  Salto digital La contingencia global ha obligado a la humanidad a buscar estrategias para adaptarse a las circunstancias y continuar en marcha con las actividades diarias. Y sin duda, entre los cambios más importantes se encuentra el salto a la virtualidad que han tenido que hacer las instituciones educativas. En Colombia, a finales de marzo, el Ministerio de Educación dio instrucciones de continuar todos los programas de formación a través de las TIC.  Bajo este escenario, el SENA adelanta desde hace 20 meses una profunda transformación digital y renovación cultural y en el marco de ese cambio, la Entidad implementó este año, conjuntamente con Territorium, la nueva plataforma LMS (Learning Management System),  que garantiza una experiencia de aprendizaje con inteligencia artificial, interfaces amigables, metodologías y espacios intuitivos que mejoran la experiencia de formación de nuestros aprendices y brindan más oportunidades de formación, empleo y emprendimiento”, explica Carlos Mario Estrada, director general de la institución.  En la actualidad, de los 800.000 estudiantes que estaban matriculados en la formación presencial, aproximadamente 200.000 continúan con el proceso de aprendizaje de manera virtual, y de 18.000 instructores, 14.000 se han familiarizado con la plataforma. A ellos se suman casi 30.000 instructores y aprendices que se capacitan en la herramienta LinkedIn E-Learning, la cual cuenta con 15.000 cursos en siete idiomas, de los cuales 1.500 son en español. Así mismo, 15.000 aprendices adelantan su formación en la aplicación de AWS - Amazon Web Services Educate, integrada por 12 módulos que imparten conocimientos concernientes a las habilidades digitales necesarias en la cuarta revolución industrial como el big data, el internet de las cosas, la fabricación aditiva, la ciberseguridad, la realidad aumentada, la mecatrónica y la computación en la nube, entre otros.  La Entidad tiene 472 programas de formación titulada, conformada por tecnólogos, especialización tecnológica, técnicos, profundización técnica, operarios, auxiliares y de formación complementaria son otros 994 programas.  Todos estos esfuerzos apuntan a una misma dirección: una formación de calidad y pertinente que permita anticiparse a las necesidades del futuro. “Lograr que ellos adquieran estas habilidades  técnicas y socioemocionales facilitará su inmersión  en el mercado laboral al ser más competentes”,  concluye Estrada.  Lea también: La Universidad de Pamplona da lecciones de liderazgo en medio de la emergencia