La columna de Antonio Caballero de la edición 874 de SEMANA recoge el sentimiento de miles de habitantes de las regiones de Norte y Gutiérrez en Boyacá y García Rovira en Santander, quienes estamos experimentando indignación y la rabia por el secuestro, con fines económicos del que está siendo objeto nuestro insigne médico el doctor Humberto Báez, por parte del frente 45 de las Farc.Aún no salimos de nuestro asombro, que con tanta desfachatez y descaro, las Farc le digan al mundo que ellos no secuestran civiles y que respetan el D.I.H., mientras sus militantes coartan la libertad de una persona como el doctor Báez quien solo ha tenido un objetivo en su vida profesional y es la de cumplir con el juramento hipocrático de salvar vidas. Nuestra región quiere olvidar la tenebrosa época de la violencia liberal-conservadora de los años 30 al 50 y que nos identificó ante la historia con el remoquete de 'chulavitas' y por esa misma razón temblamos de temor ante la inminente imposición de la 'ley del fusil' que la guerrilla está aplicando a quienes no comparten los objetivos trazados por ellos, pues no creo que se le pueda llamar ideología lo que impone a base de terror. Carlos Antonio Quintero L. Bucaramanga (Vía Internet)