“El problema del mundo no es que la gente sepa demasiado poco, sino que sepa muchas cosas que no son ciertas”. Con estas palabras de Mark Twain, el nuevo presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Pablo Cepero, defendió la tarea del organismo. En su criterio, hay muchas críticas sobre la autoridad electoral que no tienen asidero. Cepero, quien cumple su segundo período como magistrado del CNE, se posesionó este martes como presidente. Además de atender a los medios de comunicación y moderar las sesiones plenarias del organismo, deberá organizar la etapa preelectoral. En entrevista con Semana.com explicó cuáles son los retos que tendrá el organismo en vísperas de las elecciones locales, defendió la autonomía del CNE –a pesar de que no cuenta con un solo magistrado de la oposición-, y adujo que la investigación sobre las cuentas de la campaña del exministro Andrés Felipe Arias a la consulta conservadora, que dio con su archivo, fue exhaustiva. Semana.com: ¿Cuáles son los retos que tendrá este año de elecciones? Juan Pablo Cepero: En esta etapa preelectoral, uno de los principales temas a observar es el de la trashumancia electoral. La trashumancia es el delito que da lugar al resto de delitos electorales. Después, viene la compra de votos, el constreñimiento al elector. Que los candidatos logren movilizar hacia otros municipios personas que no pueden votar allí es el primer paso de la corrupción. Aprovecho para hacer un llamado a los candidatos y a la ciudadanía: no se presten a ese tipo de actividades delictuosas. Semana.com: En un reciente estudio, la Registraduría puso al descubierto cuáles son los sitios en donde más se presentó la trashumancia en 2007. ¿Qué hará el CNE para evitar que esto se repita? J.P.C.: El control comienza a partir del 2 de marzo que es cuando empieza la inscripción de cédulas que va hasta el 29 de mayo. Vamos a ejercer un control exhaustivo, con la colaboración de la Registraduría y los registradores municipales, porque ellos son quienes detectan los movimientos atípicos en un municipio. Después haremos los cruces con las bases de datos del Sisbén y censos poblacionales locales, y funcionarios del CNE irán al terreno para determinar que las personas efectivamente viven donde dicen. Vamos a trabajar con la Fiscalía para tomar medidas y acabar con ese flagelo de la democracia: constreñir a los ciudadanos, o que los ciudadanos se presten para interferir en las decisiones de municipios distintos al suyo. Semana.com: Varios observadores han advertido que en las próximas elecciones es muy probable que haya personas que busquen favorecerse y hacer campaña con los recursos destinados para atender la emergencia invernal. ¿Qué hará el CNE? J.P.C.: Nosotros tenemos la función constitucional de inspección, control y vigilancia del proceso electoral. Estamos muy pendientes de todas las actividades electorales y preelectorales. Hemos conformado unos tribunales de garantías que tienen la función de examinar que las cuentas que presenten los partidos y los candidatos coincidan con lo que se detecte, pues los tribunales están pendientes de cuántas vallas, cuántos pasacalles, cuánta propaganda y actividades se hacen en esas campañas. Semana.com: ¿Cuándo instalan los tribunales? J.P.C.: En esta oportunidad trataremos de que sea, por lo menos, cuatro meses antes de las elecciones y funcionen hasta un mes después para hacer seguimiento al proceso. Esos tribunales han tenido un efecto disuasivo. Los candidatos saben que hay unos tribunales inspeccionando y vigilando y se comportan mejor. Los tribunales están ubicados en las capitales pero tienen facultades para moverse a otros municipios. Por precariedad presupuestal, hemos constituido principalmente los tribunales en los departamentos con mayor riesgo, pero aspiramos a constituirlos en todos los departamentos. Semana.com: ¿Cómo se va a desarrollar el proceso electoral en municipios donde la gente se ha tenido que trasladar por causa del invierno? J.P.C.: La organización le corresponde al Registrador Nacional. Él está trabajando en ese tema. Habrá que ubicar puestos de inscripción donde la gente tenga acceso. En casos dramáticos como Gramalote (Norte de Santander), donde desapareció el municipio, hay unas veredas más grandes que otras. Seguramente en esas zonas se establecerán los procesos de inscripción y de votación. Semana.com: A finales del año pasado, el Congreso aprobó la ley que desarrolla la Reforma Política. ¿Qué nuevos retos impone para la organización electoral? J.P.C.: Ese proyecto todavía no se ha consagrado como ley. Está en la etapa de control de constitucionalidad. Pero en gracia de discusión, nosotros estamos estudiando el proyecto que le traslada al CNE reglamentaciones para materializar la reforma. Hay que esperar la decisión de Corte para ver si declara o no constitucional todo el contenido del articulado. Por lo pronto estamos estudiándola, preparando unos borradores de reglamentación que en su momento se conocerán. Semana.com: ¿qué diferencias tiene este proceso electoral con relación a las del 2010? J.P.C.: Estas son elecciones de autoridades locales donde se expresa la voluntad regional, local y municipal. Habrá algo novedoso que es la facultad que tenemos de revisar el proceso electoral en todas sus etapas. Antes el CNE estaba limitado en ese sentido, no podía revisar las votaciones, los escrutinios, porque las etapas eran preclusivas. Ahora sí tenemos la facultad para intervenir si vemos que ha habido algunas irregularidades graves que lo merezcan. Eso hace más interesante la participación del CNE. Semana.com: ¿De qué manera los partidos de oposición pueden estar seguros de la imparcialidad del CNE, cuando este está conformado por magistrados de la coalición del gobierno? J.P.C.: Esa es una crítica que permanentemente se le hace al CNE. El CNE es de origen partidista, de origen político. Pero la mayoría de las organizaciones electorales del mundo tienen esa particularidad, porque las partes interesadas son las organizaciones partidistas. Es como un autocontrol de todas las partes. Así hay una vigilancia mutua, de pesos y contrapesos. Semana.com: Pero cuando no hay presencia de la oposición… J.P.C.: Eso es relativo porque aquí hay partidos de todas las tendencias. Hay una coalición de Gobierno, pero eso no le resta a ningún partido que tenga posiciones claras. Pero lo más importante es que aquí somos nueve personas con calidades de magistrados de la República, profesionales, gente seria. A veces me incomodo cuando se insinúa que aquí se hacen manejos y manipulaciones para favorecer a una o a otra persona, eso sería prevaricato. Tenemos que ajustarnos a la ley y actuar en derecho. Además hay una última instancia que es la del contencioso administrativo, que revisa nuestros actos. No es cierto que no haya garantías. La oposición tiene derechos y hace unos reclamos, pero la democracia tiene una particularidad y es que con el voto limpio y la democracia a plenitud cada sector queda representado. La elección del CNE se hace mediante la cifra repartidora, democráticamente en el Congreso de la República, y todas las organizaciones pueden sacar un representante si estiman conveniente, por ejemplo, las coaliciones. Pero no por eso se dan las garantías de pulcritud en las decisiones nuestras, sino en las calidades de los miembros. Semana.com: Varios expertos en derecho electoral han hablado de la necesidad de una reforma a nuestro sistema de elección. ¿Cuáles son los ingredientes que debe tener esa reforma para garantizar la transparencia? J.P.C.: Nosotros tenemos un proceso electoral que está llegando al siglo, tenemos un código de 1986, anterior a la Constitución de 1991, y la normatividad electoral se ha vuelto una colcha de retazos que todos los años se remienda. Pero eso se puede mejorar con la tecnología del siglo XXI. En lo personal, siempre he sostenido que lo mejor para cualquier proceso electoral es el voto electrónico. No podemos seguir implementando votos manuales, donde tantas personas meten la mano, lentos, manipulables y susceptibles de malos manejos. Creo que el siguiente paso debe ser, sin más dilación, el voto electrónico. Eso no se podría aplicar de un día para otro, tal vez ya no alcancemos para las elecciones de este año, pero para el 2014 deberíamos tener un proyecto seriamente montado para las grandes capitales del país. Semana.com: ¿Cuáles son las garantías del voto electrónico? J.P.C.: La tecnología de punta evita que la manipulación sobre los votos físicos, que a veces se pueden alterar en la misma mesa de votación. Con el voto electrónico, la gente puede conocer el mismo día los resultados, sin que intervengan tantas manos y voluntades ajenas a las del elector. Hay quienes ven riesgos como la amenaza de hackers, pero precisamente, el control sería distinto, ya no con testigos electorales y abogados reclamando, sino con auditores ingenieros de sistemas de los partidos, ejerciendo el control. Semana.com: En la edición más reciente de Semana hay una columna de Daniel Coronell que cuestiona el archivo de la investigación a las cuentas de la campaña del exministro Andrés Felipe Arias para la consulta en el Partido Conservador. Dice Coronell que el investigador no vio lo evidente… J.P.C.: No quiero polemizar tomar una posición en contra del criterio del columnista. Lo que puedo decir es que la investigación fue exhaustiva. El magistrado investigador, José Joaquín Vives, le dedicó mucho tiempo y cuidado, excesivo diría yo. El resultado fue que no había méritos para una acusación, y se tomó esa decisión. Todas las campañas fueron revisadas y analizadas. Ésta en particular, por la denuncia que había hecho Coronell fue estudiada con muchísimo cuidado. Semana.com: ¿Cuánto tiempo va a estar al frente del CNE? J.P.C.: Normalmente es un año, pero en temporadas preelectoral y electoral, que son desgastantes, uno da espacio para que venga otro y presida la corporación. Eso se decide eso en su momento, dependiendo del ánimo con el que uno esté, y la misma corporación.