Lamentablemente la política y el amor a veces van en contravía. Las jornadas interminables de los servidores públicos nunca han sido la mejor fórmula para consolidar la armonía conyugal. Las últimas víctimas de este fenómeno son Julio César Turbay Quintero y su esposa Amparo Rodríguez, quienes acaban de tomar la decisión de separarse. La ruptura ha sido en los mejores términos y de común acuerdo. Julio César, por lo pronto, se concentrará en su precandidatura presidencial con la que pretende unir fuerzas contra Horacio Serpa en la próxima consulta liberal.