Tuvieron que pasar 30 meses para que Ecuador volviera a tener presencia diplomática en Bogotá. No la había desde aquel 3 de marzo de 2008, cuando el presidente Rafael Correa decidió llamar a consultas a los miembros de la sede diplomática, a causa del bombardeo en territorio ecuatoriano al campamento en el que se refugiaba Raúl Reyes, cabecilla de las Farc. Pero este 6 de enero de 2011, el reestablecimiento de las relaciones entre Colombia y Ecuador tomó un rumbo definitivo con la presencia del exministro Raúl Vallejo, quien desde esta fecha reinstaló la embajada ecuatoriana en Bogotá. Al menos así lo advierten desde Quito. El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, destacó que con la presencia de Raúl Vallejo como embajador de su país en Colombia se pretende consolidar las relaciones de ambos países en todos los ámbitos. En declaraciones recogidas por despachos de prensa remitidos desde la capital ecuatoriana, Patiño manifestó que "Ecuador va a consolidar la relación diplomática, cultural, en términos de cooperación, en proyectos conjuntos con Colombia y también en el ámbito comercial". Y aunque muchos consideren que el papel de los embajadores pueda ser secundario, Raúl Vallejo tiene otra convicción, y en su primera charla con medios de comunicación colombianos, hizo una declaración de intenciones de lo que serán sus objetivos en la nueva tarea que le encomendó el presidente Rafael Correa. Vallejo es conciente que la frontera entre ambos países es el tema prioritario de su agenda. Por eso advirtió, como propósito, que quiere verla convertida en un "territorio de paz", en el que no tengan cabida grupos armados ilegales ni actividades ilícitas, y que esa es una de las prioridades de la política exterior del presidente Correa. “La política del Gobierno ecuatoriano es no permitir que en su territorio se instale ningún tipo de grupo irregular”, dijo Vallejo al advertir que dicha política tiene alcance tanto sobre paramilitares y narcotraficantes como sobre “la guerrilla de cualquier signo y de cualquier nombre”. Ahí están los resultados El nuevo embajador también defiende esa política que, según dice, “no es nueva”, y que las autoridades de su país la han aplicado desde antes. Por eso, prefirió sacar un listado de acciones de la fuerza pública ecuatoriana contra todo signo de ilegalidad en la frontera. Según Vallejo las autoridades antidroga de su país alcanzaron el año pasado “una cifra récord en la historia nacional” en cuanto a golpes se refiere contra estructuras de narcotraficantes, La lista de Vallejo indica que el narcotráfico perdió 620 millones de dólares debido al decomiso de 18 toneladas de droga, y sólo en 2010. Y cuando se le preguntó sobre la acción contra las estructuras de la guerrilla, Vallejo también hizo balance. En 2010, dijo el embajador, 125 pequeños campamentos de las Farc fueron desmantelados. En 2009, fueron 121 los campamentos intervenidos y en 2008, la acción contra estas instalaciones de las Farc en Ecuador se elevó a la suma de 198 campamentos. Por eso Vallejo afirmó que la lucha contra los grupos irregulares “es una política que nosotros tenemos”. Inversión social, fórmula al problema de los Refugiados Pero no sólo se concentró en ese tema. Raúl Vallejo también quiso subrayar que el Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, también ha asumido responsabilidades en cuanto a los colombianos expulsados por el conflicto armado interno. Ecuador acoge como refugiados a unos 53.000 extranjeros, el número más alto en Latinoamérica, de los cuales el 97 por ciento de ellos es de nacionalidad colombiana, y tiene en trámite cerca de 80.000 solicitudes de este estatus, explicó el embajador al observar que la frontera común de 586 kilómetros tiene problemas sobre los cuales su país defiende una solución global. "La primera gran solución global es entender que nuestra frontera debe ser una frontera de paz y que la presencia civil del Estado debe ser muy importante", explicó Vallejo, para quien la inversión social debe ser básica. Vallejo dialogó con los medios de comunicación por espacio de una hora, y luego se instaló formalmente en el que será su nuevo despacho. Este 6 de enero, como regalo de reyes, inició una de sus más ambiciosas tareas como servidor público. Su presencia en Colombia marcará la normalización de la relaciones entre dos países vecinos que el pasado mes de noviembre decidieron dar fin a casi dos años de tensión y ruptura.  Sin embargo, la instalación de Vallejo fue "simbólica", puesto que ahora debe presentar sus cartas credenciales ante el presidente Juan Manuel Santos, quien lo recibirá en el transcurso de las próximas semanas para dar por concluido el proceso de restablecimiento de las relaciones bilaterales.