Sin el ánimo de rectificar, quisiera llamar la atención sobre lo peligroso que resulta para el desarrollo de la economía, de los negocios y de la vida de los involucrados, el registro descuidado de información inexacta y contradictoria como la publicada por ustedes con relación a la supuesta protección que el gobierno alemán ha dado a empresas negociando con el ELN.Como ustedes mismos lo citan, la esposa de un ex funcionario de Basf Química Colombiana fue secuestrada, lo que demuestra que tal protección nunca existió. Informaciones como la publicada, pone a las operaciones netamente comerciales e industriales de compañías como las citadas, en la mira de grupos antagónicos, exponiendo la libertad y la vida de sus funcionarios y los familiares de éstos.María José Jaramillo Barberi, Basf Química ColombianaBogotá