Sao Paulo, como es habitual, vivió hoy un día caótico en sus calles y avenidas por los embotellamientos en las llamadas "horas pico" y las aglomeraciones en las estaciones del metro, de trenes urbanos y terminales de autobuses. Según un estudio del Movimiento Nossa Sao Paulo y del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope), los cerca de veinte millones de habitantes del área metropolitana de la ciudad emplean dos horas y 42 minutos para movilizarse en el día a día, sólo un minuto por debajo del promedio de 2009. Para el 68% de las 805 personas consultadas en el estudio, el tránsito en Sao Paulo es "malo" o "pésimo", y el 76% se mostró favorable a dejar de usar el automóvil particular para movilizarse en bicicleta o en los medios del transporte público. De acuerdo con el Ibope, dos millones de personas utilizan todos los días en Sao Paulo sus automóviles particulares, que sumados a los taxis, autobuses, vehículos de carga y motocicletas elevan a más de cinco millones el número de automotores en circulación. Especialistas recomiendan a las autoridades más inversión para mejorar el transporte público mediante la ampliación de las líneas del metro y la construcción de ciclovías, así como la implantación de peajes para acceder al centro de la ciudad y restringir así el número de vehículos. El gobernador del estado de Sao Paulo, Alberto Goldman, y su antecesor, el candidato presidencial José Serra, se unieron hoy al día sin auto con un recorrido en autobús y metro entre puntos céntricos de la ciudad. En paralelo a esta actividad, Sao Paulo también celebró hoy el día del río Tieté, una contaminada arteria que atraviesa la ciudad y que está en fase de limpieza. Un grupo de jóvenes de una organización no gubernamental improvisaron playas en las riberas del río y pusieron un barco de pasajeros a recorrerlo, con la idea de proponer el transporte fluvial como una de las alternativas de movilización urbana.   EFE