Los colombianos están muy pesimistas. Menos de una cuarta parte considera que el país va por buen camino, la cifra más baja que se puede encontrar en una serie de largo plazo. Iguala el clima que se vivió el año pasado después de la muerte de 11 soldados en el Cauca a manos de las Farc y se aproxima a guarismos que eran comunes a finales de los noventa y hasta 2002. Semejante panorama negativo del estado de ánimo colectivo arrastra hacia abajo casi todos los indicadores sobre la percepción de los ciudadanos: la imagen del presidente Juan Manuel Santos y su gobierno, la credibilidad en las instituciones y las expectativas sobre el proceso de paz con las Farc.Esa es la principal conclusión de la nueva encuesta ‘Colombia Opina’, realizada por la firma Ipsos-Napoleón Franco para la alianza de medios SEMANA, La F.M., RCN Radio y RCN Televisión. El estudio es una fotografía del momento por el que atraviesa un país sobresaltado por noticias negativas: incremento de la inflación, la devaluación y el desempleo, polarización política profundizada por la captura de Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, crisis en la Policía y salida de su director Rodolfo Palomino, y posibilidades de un apagón energético. La encuesta también refleja el impacto que tuvo en la opinión el debate suscitado por la presencia de miembros de las Farc en Conejo, La Guajira, en jornadas de pedagogía que fueron interpretadas como un acto de política armada con población civil.Según Javier Restrepo, analista de la firma encuestadora, “lo que explica esta caída en el optimismo es el tema económico”. En la investigación, el desempleo aparece como el problema más grave del país para casi una tercera parte de los encuestados lo que, sumado al alto costo de vida, supera a otros asuntos que normalmente ocupan los primeros lugares, como la inseguridad y la corrupción. Un 80 por ciento de los colombianos opina que la situación es mala o muy mala, 14 puntos más que hace un año y muy por encima del 50 por ciento que suele tener esta cifra. Según Restrepo, “entre quienes más creció el pesimismo están los estratos medios, quienes viven en las zonas suroriental y central, los menores de 35 años y aquellos que en el 2014 votaron por Óscar Iván Zuluaga”.La encuesta retrata el peor momento del presidente Juan Manuel Santos desde su llegada a la Casa de Nariño en 2010. Su favorabilidad cayó al 25 por ciento, y en otros temas como su cumplimiento de promesas o la calificación de su trabajo también llega a bajos históricos. La evaluación del gobierno cayó 9 puntos, liderada principalmente por los sectores medios –desde el punto de vista de estratos–, de la costa Atlántica –en términos de regiones–, y jóvenes entre 24 y 34 años, según el análisis por edad.El estudio corrobora que Santos, como presidente, es sensible al devenir de la coyuntura. La línea de largo alcance sobre la que mide su imagen muestra oscilaciones pronunciadas. El precario punto que tiene hoy se asemeja a los de otros momentos críticos: el fallo de la corte de La Haya en noviembre de 2012, el paro agrario en septiembre de 2013, y el ataque de las Farc en el Cauca en abril de 2015. El primer mandatario ha logrado momentos de recuperación y puntos más altos, en especial en situaciones favorables del proceso de paz: cuando anunció el lanzamiento de los diálogos en septiembre de 2012, y en el anuncio del acuerdo sobre justicia transicional en octubre de 2015.En esta encuesta, sin embargo, las visiones sobre el proceso de paz también están a la baja. El pesimismo sobre si se llegará a un acuerdo final se trepó a 66 por ciento, 14 más que en octubre del año pasado cuando se produjo el encuentro entre el presidente Santos y Timochenko en Cuba. Este resultado se explica en buena medida por lo ocurrido en Conejo, La Guajira, calificado por un 74 por ciento de los encuestados como “un hecho grave que le hace perder confianza al posconflicto”. Sin embargo, todavía una mayoría de 55 versus 45 por ciento considera mejor continuar los diálogos que terminarlos e intensificar el combate, pero esa correlación era de 67 versus 33 en octubre del año pasado. Tal vez, el aspecto más satisfactorio que aparece en la encuesta para Santos es que un 83 por ciento está de acuerdo con su propuesta de invocar algún mecanismo de refrendación de los acuerdos y, entre los que estarían dispuestos a votar en un plebiscito, una mayoría de 33 sobre 25 optaría por el Sí. La simpatía por esta alternativa crece en forma proporcional por estratos: el Sí tiene un 45 por ciento de apoyo en el alto, mientras que en el bajo apenas tiene un 33.‘Colombia Opina’ indagó sobre la opinión de los ciudadanos acerca de los principales temas del momento. La mitad considera que los escándalos que terminaron con la salida del general Rodolfo Palomino hicieron perder confianza en la Policía. Un 59 por ciento dice que la Fiscalía tuvo motivaciones políticas en la captura de Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe. Y un 54 por ciento se encuentra muy preocupado por las perspectivas de un posible apagón de energía.En cuanto a Bogotá, tema al que el trabajo le dedica un capítulo, llama la atención que Enrique Peñalosa comenzó sin la consabida luna de miel que suelen tener los gobernantes. Un 60 por ciento tiene imagen negativa (contra 33 positiva), un registro inferior al que tenía el propio Peñalosa en los tiempos de campaña, y semejante al de Gustavo Petro cuando dejó la Alcaldía. Eso sí, los apoyos son sustancialmente distintos por estratos: a Peñalosa le va mejor en los altos (78 por ciento favorable) que en los bajos, en los que tiene apenas un 20 por ciento.