El presidente Álvaro Uribe ciertamente cree en la medicina no tradicional en Occidente. Además de ser paciente de la médica bioenergética Elsa Lucía Arango, ahora está dedicado al Chi-Kung Shaolín, una disciplina milenaria, privilegio de los emperadores chinos, que busca potenciar la energía vital del cuerpo humano para fortalecer su sistema inmunológico y autosanarse a través del dominio mental. Lo han entrenado en esa materia dos especialistas: el máximo gurú de la técnica, Sifu Wong Kiev Kit, y el italiano Roberto Lamberti, quien lo visitó la semana pasada en palacio.