En los últimos días los habitantes de la comuna 13, en el occidente de Medellín, a tan solo veinte minutos del centro administrativo municipal La Alpujarra, han vuelto a escuchar las balaceras y el sonido de las metralletas, pues desde hace varios meses los combos delincuenciales vienen librando una guerra por el control de las rentas ilegales.Sin embargo, el panorama parece mucho más grave, pues según James Zuluaga, integrante del comité de derechos humanos del sector, hay denuncias según las cuales algunos policías tendrían comportamientos que van más allá de sus funciones. Justo después de haber lanzado estas graves alertas, Zuluaga contó que uno de sus sobrinos fue asesinado. Los hechos ocurrieron este jueves, a eso de las 2:00 p.m. “Algo difícil y duro, más en este momento que está pasando la comuna 13, y lo más grave es que en la escena (donde fue asesinado su sobrino), cuando vamos a hacer el reconocimiento, uno de los policías dice que lo matan porque era un delincuente. Y un amigo y otras personas que estaban ahí manifestaron que este policía los había retenido en días anteriores y que les había manifestado que les iba a hacer el levantamiento, que varias veces los habían cascado y aporreado y que la semana pasada le dijo que le dieran papaya que les iban hacer el levantamiento. Pido que la Policía dé información precisa de este policía y dónde se encontraba en el momento de la muerte de mi sobrino. Pido al Gobierno Nacional protección, nos damos cuenta de que no hay garantías. Temo por mi vida”, dijo Zuluaga por medio de un audio en redes sociales.Sobre estas denuncias, el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, dijo que conoce las versiones pero que estas no se han presentado como denuncia formal y que no hay información concreta que dé cuenta de esta situación, sin embargo aclaró que “con esos audios la Policía y la Fiscalía tendrán que arrancar una investigación. La alcaldía tiene herramientas para denunciar como el aplicativo Seguridad en Línea, donde sin registro se hacen denuncias de carácter anónimo”.Según Tobón, los enfrentamientos de los últimos días corresponden a una guerra entre las estructuras criminales del Salado -cuyo cabecilla es alias Samir-, y La Torre, en la que el líder es alias El Mono. Ambas compiten por las rentas ilegales del barrio Las Independencias I, este sería un coletazo de la división que hay entre los hombres de la Oficina de Envigado y el Clan del Golfo.     “Lo primero que hay que tener aquí en la comuna 13 y en los demás territorios de Medelín con presencia criminal es qe los enemigos son ellos, los criminales. Las opreciaciones que sean hecho aquí e la comuna 13 son operaciones que se han hecho gracias a la comunidad, gracias a la Policía, a la Fiscalía y al Ejército. Tenemos estructuras criminales históricas, hoy tenemos una realidad de desestabilización criminal en todo el territorio… Los delitos en Medellín lo tenemos que reducir de manera legítima”.Según la Alcaldía de Medellín, este año en la comuna 13.661 personas han sido capturadas. Desde mayo, cuando comenzó la intervención anunciada por el director nacional de la Policía, general Jorge Nieto, se han registrado 260 capturas y se han incautado más de 50 armas de fuego como fusiles, carabinas y granadas.  Sin embargo, al hablar con algunos habitantes del sector que prefieren guardarse su identidad, se nota un gran inconformismo por las políticas adoptadas por la Alcaldía de Medellín. Ellos aseguran que la institucionalidad se ha concentrado en reforzar el pie de fuerza pero se ha olvidado de la atención comunitaria, de los programas sociales. Además, temen que prensenten situaciones como las que precedieron a la Operación Orión.Marta Villa, directora de la Corporación Región, le ha dicho a SEMANA que el conflicto en la 13 ha tomado matices complejos y ha cambiado; no es el mismo de finales de los años noventa: “Realmente tiene una complejidad mayor y desborda las capacidades de comprender una dinámica tan global. Es importante la acción militar, pero también contarle a la sociedad la complejidad del tema. Paralelo a esto, está la intervención social. Y hoy vale la pena revisar a fondo qué ha pasado con esa intervención, en términos de infraestructura, en programas para jóvenes en términos culturales”.