SEMANA: ¿Cuál es el panorama de la violencia contra los menores en el país?

Karen Abudinen: El panorama de violencia en Colombia en contra de los menores de edad es indignante y demuestra que somos una sociedad enferma. En el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar atendemos cada día 66 casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes. Las agresiones van desde el maltrato físico y psicológico hasta sus peores formas como el abuso sexual y el trabajo infantil. Las cifras son un indicador de la tragedia por la que atravesamos. Mientras en 2016 hubo 23.101 casos de restablecimiento de derechos por algún tipo de violencia, en 2017 el ICBF abrió 24.330 procesos y entre enero y marzo de 2018 la cifra alcanzó los 5.870 casos.

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SEMANA: ¿Por qué cree que los padres o los familiares abandonan o maltratan a los niños?

K.A.: En el ICBF sabemos que el abandono es una problemática que tiene múltiples causas tales como padres adolescentes, embarazos no deseados, consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas, condiciones económicas precarias, violencia de pareja y violencia sexual.

Abandonar un niño también es una infamia porque pone en peligro su vida e integridad. Solo el año pasado registramos 1.398 casos de niños abandonados a quienes les iniciamos procesos para restablecer sus derechos.

Frente al maltrato existe la creencia de que el castigo físico y otras sanciones humillantes son necesarias para inculcar ‘disciplina‘, lo cual es un error, ya que la violencia fomenta más violencia. Es necesario educar para prevenir la agresión en contra de los niños. Recordemos que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas y otros órganos internacionales y regionales advierten que el castigo corporal en contra de los menores de edad debe ser prohibido y eliminado.

SEMANA: ¿Qué perfiles encuentra en los padres o las familias de estos niños?

K.A.: No existe un perfil definido de los padres o cuidadores agresores. Es aterrador decirlo, pero la violencia en contra de los niños, niñas y adolescentes se presenta en todos los estratos socioeconómicos y todos los niveles educativos, por eso no podemos bajar la guardia, hay que estar siempre alerta. Las conductas agresivas en contra de los menores de edad se derivan de una cultura en la que se pontificado la resolución de conflictos por medio de la violencia. Es doloroso que ICBF tenga que apartar a algunos niños de sus familias, porque estas se han convertido en el lugar más peligroso para sus vidas, su integridad y su dignidad.

SEMANA: Precisamente hay una imagen de que el ICBF aparta a los niños de sus familias. Algunos alegan que la institución debería ser más cálida...

K.A.: El ICBF no quita los niños a las familias, por el contrario, los cuida y protege cuando los padres o cuidadores los maltratan, abusan o los violentan, en general cuando no son garantes de sus derechos.

Cuando se dan estos casos, como primera medida de restablecimiento de derechos, el defensor de familia del ICBF busca a la familia extensa del menor de edad, (abuelos, tíos) para garantizarle un entorno seguro y cercano. Si no lo tiene, el defensor de familia estudia nuevas alternativas como la de ubicarlo en un centro de atención o un hogar sustituto. Si definitivamente la familia no logra demostrar que es garante de los derechos del menor de edad, la última medida que se tomaría es la adopción.

Vale destacar que los defensores son autónomos en sus decisiones y toman la medidas sin interferencia de nadie.

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SEMANA: Algunas personas cuestionan el funcionamiento del ICBF. La han descrito como una entidad politizada e ineficiente…

K.A.: El ICBF es una entidad que tiene un notable mejoramiento en los resultados de la gestión. El Instituto ocupó en el 2017 el lugar número 7 en en el Índice de Transparencia de Entidades Públicas, un año atrás, estaba en la casilla 77.

Otro argumento para señalar que la entidad es eficiente y transparente está relacionado con la ejecución presupuestal. Pasó de 93,8 por ciento en 2011 a lograr el mejor registro histórico en dos décadas con 99,6 por ciento en 2017. Esta cifra muestra el mejoramiento en la capacidad institucional para la gestión de los recursos públicos destinados para los niños.

En marzo de 2018 el ICBF hizo una alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Universidad Nacional de Colombia para implementar nuevos mecanismos de acompañamiento, control y seguimiento de la ejecución de los recursos de la niñez, y para lograr una mayor participación de la sociedad como veedora de las acciones del Instituto.

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SEMANA: También se han hecho denuncias graves sobre los abusos que algunos niños viven en los hogares sustitutos …

K.A.:Los hogares sustitutos son espacio para la protección y el cuidado de cerca de 12.000 niños, niñas y adolescentes, muchos de ellos con condiciones especiales que fueron abandonados por su padres biológicos.

En las visitas que hemos venido adelantando en todos los hogares sustitutos pudimos establecer que el 99 por ciento de los hogares sustitutos reúnen las condiciones exigidas por el ICBF, los niños, niñas y adolescentes están protegidos, reciben amor y el cuidado propio en esta modalidad de atención.

Vale destacar que la labor de las madres sustitutas, es invaluable.

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SEMANA: ¿Cree que deberíamos endurecer las penas para los abusadores?

K.A.: Lo primero que debemos hacer es enfocar los esfuerzos en la prevención en los colegios y la familia. Los educadores, padres y cuidadores deben saber que no existe ninguna justificación para violentar un niño y que quien lo haga se expone a ir a la cárcel con penas que alcanzan hasta los 60 años. Sin embargo, pensar en que todo se soluciona con aumentar las penas es ingenuo. El incremento de las condenas contra los agresores no va a erradicar la violencia en contra de nuestros niños o adolescentes. El país cuenta con una legislación que ha venido avanzando y lo que se requiere es que los criminales sean capturados y que sobre ellos caiga todo el peso de la ley.