SEMANA: ¿Hace cuanto se fundó el restaurante? José Augusto Pajares: Este restaurante abrió desde el año 1953, o sea que ya vamos para 67 años. Es una historia que arrancó mi padre cuando llegó a Colombia junto con su tío. Con el tiempo se consolidó como uno de los sitios icónicos de la ciudad y siempre ha sido un referente en gastronomía. Acoge a personalidades de todo tipo y de toda actividad. En este restaurante se han tomado grandes decisiones a nivel económico y político, pues el perfil de los clientes es gente de mucho poder. Aquí los recibimos para darles un rato de tranquilidad. Atender a la gente es lo que hacemos. Con el tiempo tuvimos la fortuna de que las siguientes generaciones asumimos las riendas del restaurante. SEMANA: ¿Cuál fue la primera reacción el día en que decretaron el aislamiento preventivo? J.A.P.: Pensamos que esto iba a ser más corto. No estábamos preparados para una situación como esta, ni habíamos dimensionado el impacto que iba a tener esto a nivel global. Fue abrupto para el sector y para todos. Preocupante porque estos negocios funcionan muy al día. Uno aprende en la escuela de cocina que la salud de la gente está en manos nuestra. Nosotros somos enormes manipuladores de mercancías, y tenemos una rotación salvaje de insumos diarios y de nuestra labor depende mucha gente, y cuando se detiene esa máquina los afectados son muchos. Es una cadena enorme, desde el que cría las vacas, hasta intermediarios.