Contar con un excedente de dinero para poder invertirlo y tratar de obtener utilidades parece un lujo en un país con una tasa de pobreza de 40 por ciento. De hecho, la más reciente encuesta de Pulso Social del Dane (noviembre de 2022) evidencia que solo 8,8 por ciento de los colombianos tiene posibilidades de ahorrar alguna parte de sus ingresos.

No obstante, la disciplina y la convicción sobre las ventajas de ahorrar, así como la aspiración de alcanzar la llamada libertad financiera (aquella que permite contar con activos que ayudan a garantizar las necesidades económicas sin tener que trabajar) son un motor para numerosos colombianos, que pese a sus ingresos limitados logran acumular recursos.

El enredo está en el paso a seguir con la suma ahorrada: si guardarla debajo del colchón (nada útil con una alta inflación), llevarla a una entidad financiera, invertir en la bolsa, comprar divisas, entrar a un fondo de inversión colectiva, montar un negocio, comprar arte o ganado o incluso, lamentablemente, entrar en una pirámide, con los riegos que ello implica.

Por eso, antes de tomar cualquier decisión, la clave está en asesorarse, evaluar los pros y los contras de la inversión, determinar qué tanto riesgo se está dispuesto a tomar, recordando la máxima de que son más rentables las alternativas más riesgosas y que si se quiere tener tranquilidad es mejor optar por algo más seguro, así rente menos.

Esta edición de Dinero justamente está dedicada a dar esa guía para aquellos que tienen una suma disponible y no quieren guardarla más tiempo en sus cuentas de ahorros, en las que los intereses no superan el 1,5 por ciento, es decir, que están perdiendo, pues se ubican muy por debajo de la inflación, hoy por encima del 13 por ciento.

Como se mencionó anteriormente, lo primero que se debe hacer es consultar a los expertos y para eso esta revista hizo una encuesta con 18 firmas financieras, quienes no solo evaluaron las diferentes alternativas de inversión, sino que también presentaron sus pronósticos sobre lo que podrá ocurrir en 2023 con la economía nacional, pues este es el contexto base para tomar cualquier decisión con respecto a dónde poner los recursos.

Todos los pronósticos indican que, en el año que está comenzando, la economía nacional se va a desacelerar y caerá por debajo del promedio del crecimiento que registró en la década previa a la pandemia, el cual fue de 3,7 por ciento. El resultado del PIB de 2023 obedecerá a la decisión del Banco de la República de subir sus tasas de interés para combatir una inflación persistentemente alta. Por esta razón, muchos expertos califican como sano que el ritmo de crecimiento se frene, pues de lo contrario se correría el riesgo de un recalentamiento y sería aún más difícil bajar el costo de vida.

Otro factor en contra del crecimiento de 2023 será una economía mundial más débil que la de 2022. Asimismo, será clave observar la evolución de los precios de las materias primas, en particular petróleo y carbón, al igual que lo que ocurra con la agenda política del presidente Petro. Precisamente, su programa de reformas económicas (laboral, pensional y de salud) se ha convertido en un factor de incertidumbre que puede afectar activos como el dólar o los títulos de deuda pública del Gobierno (TES), los cuales, pese a la creencia de que están destinados a inversionistas sofisticados, son un componente importante de las inversiones de los fondos privados de pensiones, en los que 17 millones de colombianos ahorran para su jubilación.

Las altas tasas de interés, promovidas desde el Emisor, se convierten también en una oportunidad para quienes quieren invertir, pues hoy instrumentos como los Certificados de Depósito a Término (CDT) están pagando sus rendimientos más altos del presente siglo.

Vale la pena tener también presente que rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidad futura y que lo que funcionó mal en 2022 no necesariamente repetirá ese patrón en 2023.

El Pulso Social del Dane indica que más hombres que mujeres tienen capacidad de ahorro en el país, que esta práctica está concentrada entre los colombianos de 25 a 54 años, especialmente entre los profesionales y con posgrado, y que los que más ahorran son los hogares conformados por dos personas. Esperamos que a todos ellos les sirva esta guía de inversión.