Los proyectos carreteros de 4G bajo el modelo de las concesiones, que durante la última década se han ejecutado a lo largo y ancho del territorio nacional, no solo se han encargado de transformar el paisaje sino de traer beneficios de largo plazo a múltiples sectores como el del comercio, turismo, logística y transporte de pasajeros. Además, han mejorado la conectividad entre los departamentos y ciudades principales, y la competitividad en términos generales gracias a que en promedio la inversión anual en infraestructura registrada entre 2011 y 2020 representó el 1,9 por ciento del PIB, según Fedesarrollo.

A hoy, la cuarta generación de concesiones viales (4G) –conformada por 29 proyectos billonarios– tiene un avance del 76,7 por ciento, de acuerdo con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). La inversión de capital que se ha hecho en el transcurso de una década ya supera los 56 billones de pesos. Y, con miras a los próximos años, viene el desarrollo de una quinta generación (5G), la cual se estima requerirá recursos por encima de los 50 billones de pesos.

Recientemente, la presidenta (e) de la ANI, Carolina Barbanti, reiteró que estos proyectos viales han permitido reducir costos de transporte y tiempos de desplazamiento, “lo cual permite aumentar el número de usuarios en la vía y, con ello, la dinamización de la economía local y regional al promover el uso de bienes y servicios de las áreas de influencia y aprovechar su vocación productiva”.

En esta edición especial, presentamos algunos de los proyectos construidos (y en ejecución) que han permitido cambiar la dinámica económica y social en varios de los departamentos.

Tolima y Caldas: más cerca

El proyecto de 4G de 256 kilómetros entre Ibagué-Honda / Cambao-Manizales, a cargo de la concesionaria Alternativas Viales, está muy cerca de completarse. Como lo explicó Francisco Romero, gerente de Alternativas Viales, este corredor se ha constituido como una nueva alternativa para llegar a Manizales a través de “una carretera más segura y rápida que ahorra costos, tiempo y que impulsará el comercio, el turismo y el agro”. A hoy, detalló Romero, municipios tolimenses como Murillo y Líbano pueden llevar por este corredor importantes proyectos como café, papa y panela a ciudades como Ibagué, Manizales y Bogotá. Además, el desarrollo de este proyecto ha sido clave para potenciar actividades asociadas al turismo como avistamiento de aves, senderismo y ciclismo de montaña. “El gran reto que tenemos es que la carretera permanezca siempre como si estuviera recién inaugurada, que la gente que paga el peaje vaya por una vía sin baches, segura y en perfecto estado”, afirmó Romero.

A un paso de los Llanos Orientales

Hasta hace menos de diez años, cruzar desde Cundinamarca y Boyacá hacia el Casanare, por el Sisga, era una verdadera proeza debido al estado de la vía. Hoy, ese corredor de 137 kilómetros pasó a convertirse en uno de los grandes proyectos de 4G con la promesa de mejorar de forma significativa la conectividad entre el centro del país y los Llanos Orientales.

La Concesión Transversal del Sisga se encargó de rehabilitar y mejorar la vía, gracias a ello se logró una conexión confiable y segura que abrió otra puerta a los llanos y permitió que un recorrido de ocho horas se volviera de cuatro. Además, generó más de 8.000 empleos en la zona de influencia del proyecto e impulsó el desarrollo turístico. Todo esto permitió que los viajeros disfrutaran de embalses como el Sisga y Chivor, y de actividades de avistamiento de aves, gastronomía, senderismo, entre otras opciones.

Así como la Transversal del Sisga logró cambiar las condiciones de movilidad de una zona muy importante de la región centro occidente, en Antioquia se culminó hace cerca de cuatro años una obra que partió en dos la conectividad de los valles de Aburrá y San Nicolás: el Túnel de Oriente, un ambicioso proyecto de más de 8,2 kilómetros y un billón de pesos de inversión.

La Concesión Túnel Aburrá Oriente (del Grupo Odinsa) estuvo a cargo de este emblemático proyecto que hoy es crucial para el transporte del segundo centro poblado de Colombia. De acuerdo con datos de la Concesión Túnel Aburrá Oriente, a diario por la red de 75 kilómetros (que incluye el túnel) circulan más de 35.000 vehículos. El turismo ha sido uno de los sectores que más ha sentido los beneficios del Túnel de Oriente, pues ha permitido que los más de 13 millones de viajeros que recibe cada año el aeropuerto José María Córdova se movilicen desde Rionegro a Medellín en un trayecto de apenas 20 minutos.

Aunque el Túnel de Oriente ya es un emblema de la movilidad, el creciente tráfico regional (que ya alcanzó las estimaciones que la concesión tenía para el año 2032) llevó a pensar a Odinsa y al gobierno departamental en la necesidad de hacer un segundo túnel de características similares, que requeriría una inversión por encima de un billón de pesos, y en la construcción de una segunda calzada en los próximos años.

Troncales para la competitividad

Así como ha sucedido en las zonas centrales de Colombia, el Caribe y el sur también han sido testigos de importantes proyectos viales concesionados. Carlos Rosado, presidente de la compañía de ingeniería Sacyr, cuenta que la firma contribuyó a llevar a buen puerto tres proyectos concesionados de 4G que son clave para la competitividad: Pasto-Rumichaca (en Nariño), Desarrollo Vial del Mar (Autopista al Mar 1) y Concesión Montes de María (que comunica a Palmar de Varela con Puerta de Hierro, en el Caribe colombiano).

“Estos tres proyectos tienen grandes beneficios asociados a mejores tiempos de tránsito. Adicionalmente, las personas de las zonas cercanas han sido impactadas de forma positiva con proyectos productivos sostenibles”, aseguró Rosado. A estas obras se suman importantes desarrollos en los que ha estado involucrada Sacyr como Pamplona-Cúcuta (que ya supera el 97 por ciento de construido) y obras cruciales que están por desarrollarse como Buga-Buenaventura, una iniciativa de 128 kilómetros (que pertenece a la quinta generación de concesiones viales), y recursos que superan los 4 billones de pesos. Sacyr también tiene a su cargo el proyecto del Canal del Dique, una megaobra fluvial (y de perfil ambiental) que demandará recursos superiores a los 3 billones de pesos.

En el centro del país también avanza una intervención clave para modernizar una de las autopistas más importantes: la construcción del tercer carril Bogotá-Girardot, ejecutada por el concesionario Vía 40 Express (en la que participa la firma francesa Vinci Highways). La inversión total supera los 5,2 billones de pesos. Laurent Cavrois, gerente general de Vía 40 Express y director ejecutivo Vinci Highways, afirmó que “los usuarios que transitan la vía ya pueden ver un avance superior al 40 por ciento, con más del 30 por ciento de los 60 kilómetros de tercer carril construidos (si se suman ambas calzadas) y más del 50 por ciento de vía rehabilitada”.

Como la concesión estará 30 años en esta región del país, apuntó Cavrois, “construimos infraestructuras más modernas y seguras para ofrecerles a los usuarios y vecinos una vía con mejores niveles de servicio”. Por ello, se modernizarán en 2024 los sistemas de recaudo (se habilitarán pagos con tarjeta de crédito), se ampliará el ancho de los carriles (para vehículos con carga de gran dimensión), se instalará iluminación LED y otros sistemas inteligentes de transporte como monitoreo de tráfico, estaciones meteorológicas, entre otros.

Una mejor conexión con el Caribe

Dentro del paquete de concesiones de quinta generación se encuentran dos proyectos cruciales para mejorar la conectividad del centro del país con el Caribe: la Troncal del Magdalena 1 y la Troncal del Magdalena 2, gracias a los cuales desde 2022 ha comenzado a mejorar el estado de la vía.

Luis Eduardo Gutiérrez, gerente de la Concesión Autopista Magdalena Medio (que tiene a cargo Magdalena 1), precisó que en este proyecto de 260 kilómetros entre Puerto Salgar y Barrancabermeja ya se adelantó el ciento por ciento de las intervenciones prioritarias. “Esto mejora las condiciones de seguridad vial para más de 5.000 usuarios que transitan diariamente, así como el nivel de competitividad para el gremio de transporte de carga, que representan más del 60 por ciento de los usuarios, al disminuir de ocho a cuatro horas el tiempo de recorrido y con ello los costos de operación”.

Superada esta fase, explicó Gutiérrez, el desafío es lograr avanzar con la construcción total de este proyecto de 5G. “Una vez finalizado, nos acercará a la materialización de una infraestructura vial de vanguardia con una vía de quinta generación diseñada para cumplir con los más altos estándares”. A su vez, el proyecto Troncal del Magdalena 2 (que forma parte del paquete 5G y que comprende un trayecto de 272 kilómetros entre Sabana de Torres y Curumaní, en el Cesar) ya comenzó sus primeras intervenciones. Andrea Medina, gerente general de la Concesión Autopista del Río Grande, explicó que gran parte de esa infraestructura estaba en un avanzado estado de deterioro, lo cual perjudicaba el turismo, los costos de transporte, la seguridad vial y la competitividad.

“En pocos meses sellamos fisuras de la totalidad del corredor concesionado, tapamos huecos, instalamos tachas, reemplazamos señales verticales y demarcamos horizontalmente. Hoy los transportadores y demás usuarios gozan de un corredor vial optimizado”, afirmó Medina. Y destacó que “nos encontramos trabajando para poder avanzar a la fase de construcción del proyecto, la cual, una vez finalizada, reducirá en una hora y 50 minutos los tiempos de recorrido. Estas obras son de relevancia estratégica para todo el país, pues se trata de un tramo que hace parte del corredor de carga más importante de Colombia”.

Autopistas del Caribe, una obra pendiente

Este proyecto que forma parte de las vías 4G continúa a la espera para poder arrancar. La suspensión del cobro del peaje de Turbaco (Bolívar) por cuenta de la oposición de las comunidades aledañas al proyecto generó riesgos que se deben considerar. Ernesto Carvajal, gerente general de la Concesión Autopistas del Caribe, advirtió que conectar las dos capitales en doble calzada no solo traerá impactos positivos a las comunidades, sino que dinamizará el comercio y optimizará los tiempos de viaje.

“El proyecto se encuentra en fase de preconstrucción. Entre otras obligaciones, estamos realizando la operación y mantenimiento de toda la infraestructura vial de manera permanente (253 kilómetros en total)”, aseguró Carvajal y destacó que tener una vía en buenas condiciones “es un gran beneficio para los municipios aledaños debido a que les permite recibir mayor tráfico de visitantes lo que crea nuevas oportunidades de negocio que dinamizan la economía de la región”.