Esta situación suele ser aún más común para la generación de los Millenials, comprendida entre la década de los años 80 y mitad de los años 90, a medida que alcanzan mejores posiciones laborales y adquieren más conocimientos. Lo más común es considerar regresar a su anterior empresa cuando usted dejó unas buenas relaciones, puertas abiertas y una muy buena imagen de usted como trabajador. La intención suele hacerse más fuerte cuando se trata de retornar a un ambiente familiar, en el que ya conoce los procesos y relaciones laborales. FP le sugiere leer también “Seis razones para rechazar una oferta de trabajo”. Las preguntas Si se trata de regresar, la idea es que sea en un cargo mejor al que antes tenía allí, con mejores condiciones y en el que usted pueda demostrar nuevas habilidades y enfrentarse a nuevos retos. Pero, antes de tomar la decisión, debe hacer una evaluación previa. Money, de US News, sugiere hacerse algunas de estas preguntas: • ¿Qué ha cambiado desde que se fue? • ¿Cuánto ha cambiado usted desde que se fue? (laboral y personalmente) • ¿Qué impulsa su interés por regresar? • ¿Cuál es el estado actual de la empresa? • ¿Puede tener nuevas oportunidades de crecimiento a futuro? • ¿Qué situaciones podrían volverse a repetir? • ¿En qué posición queda usted con sus antiguos compañeros y cómo puede sobrellevar eso? Le puede interesar también “¿Cómo enfrentar un nuevo jefe?”. Lo que debe tener en cuenta Una vez realice este examen y tenga claras las respuestas, debe reconocer que las circunstancias que ahora le ofrece la empresa no pueden ser las mismas en las que estaba antes. Por eso, deberá adoptar una actitud distinta y seguir manteniendo un buen nivel profesional porque, de lo contrario, puede que arruine la buena reputación con la que salió. The Guardian, Career Advice y Money US News, sugieren tener en cuenta lo siguiente: • Prepárese como si se tratara de un lugar nuevo Si es el caso y debe presentar todo un nuevo trámite de admisión, prepárese desde cero: a pesar de que conozca a su entrevistador, a pesar de que tenga conocimiento del perfil que buscan o que sepa lo que le van a decir. Recuerde que hay cosas que pudieron haber cambiado, así que muestre su interés por aprender todo y aportar más. • Asuma el cambio No todo va a estar tal como usted lo dejó. Posiblemente algunos procesos fueron cambiados o hay personas nuevas en nuevos cargos. Lo peor que puede hacer, al regresar a su empresa, es tener una actitud de “yo sé cómo se hace todo”. Al igual que cuando llega nuevo a un trabajo, lo primero que debe hacer es escuchar y aprender lo más que pueda. En caso de que llegue con una actitud de “sabelotodo”, puede generar unas reacciones opuestas en su equipo de trabajo que pueden cambiar el ambiente laboral. • Sea paciente durante la transición La paciencia será su mejor aliada. Probablemente le hablarán de situaciones que ya conozca o pueden repetirse los mismos problemas que tenía cuando estaba antes. Todas estas situaciones puede verlas como nuevos retos u oportunidades. También puede sucederle que se arrepienta de haber hecho el cambio, pero una vez usted tomó la decisión ya no hay vuelta atrás. Recuerde que debe mantener una reputación y dejar todo “botado”, puede crear una mala percepción. FP le recomienda leer “Trabajo nuevo, ¿y ya lo odia?”. • Evalúe su rol y establezca nuevos compromisos Muy probablemente regresará a un cargo distinto al que antes tenía. Esto puede implicar que ahora usted tenga cierto nivel de poder y autoridad, así como nuevas responsabilidades y quizás más grandes. Es por eso que debe asumirse como una persona distinta a la que dejó anteriormente la empresa, pero con la humildad suficiente para seguir ganando puntos con sus jefes y compañeros de trabajo.