Luis Eladio Pérez aceptó el respaldo para su candidatura a la gobernación de Nariño, del partido Farc, el grupo político de la exguerrilla de las FARC, la misma organización armada ilegal que lo mantuvo cautivo durante siete años. Esa decisión ha sido vista como un gesto de reconciliación. "No quería seguir siendo rehén del rencor y asumí esa manifestación de apoyo como un acto reparador por parte de ellos, y la aceptación, como un acto liberador por parte mía", dijo Pérez.

El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) indicó en un comunicado el miércoles pasado que ofrecía su apoyo a Pérez, candidato por una coalición del Partido Liberal y Colombia Humana (izquierda) a la gobernación de Nariño, fronterizo con Ecuador y otrora teatro de operaciones de la que fue la guerrilla más poderosa de América, en las elecciones locales de octubre.

Los exrebeldes sostuvieron que lo respaldan porque es el único candidato "verdaderamente comprometido" con la defensa del pacto que firmaron en 2016 con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos. Aunque manifestó tener dilemas morales, el exrehén aceptó el apoyo. "Ya padecí la guerra y el resentimiento, y de ahí no salió nada bueno. Quiero ofrecer mi dolor para abonar la paz", agregó. Según sondeos, Pérez, de 66 años, es tercero en la intención de voto con 6,8% de respaldo. Secuestrado por las FARC en junio de 2001 en Nariño cuando era senador, Pérez coincidió en su cautiverio con la excandidata presidencial Ingrid Betancourt hasta que fue liberado en 2008 por gestiones del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y la congresista colombiana Piedad Córdoba. El exsenador exigió a las FARC en 2018 que le pidieran perdón, cuando los excomandantes acudieron ante el tribunal de paz por miles de raptos atribuidos a los insurgentes.

Ante los magistrados, Pérez afirmó que las FARC lo trataron como "un animal", pues lo tuvieron encadenado y en "campos de concentración". Tras aceptar el respaldo, afirmó: "Con este acto traté de mandar un mensaje de que si yo puedo perdonar, otros pueden hacerlo también". El pacto otorgó diez escaños en el Congreso a las FARC durante ocho años y la posibilidad de participar en elecciones. Las FARC son impopulares, según encuestas, por la comisión de delitos durante su fallido alzamiento armado. Por eso han buscado alianzas con la izquierda y sectores favorables al acuerdo, en medio de denuncias de incumplimientos estatales a lo convenido y asesinatos de excombatientes. Con información de AFP.