La extradición de Álex Saab a los Estados Unidos pone a temblar a más de uno. El polémico empresario guarda como pocos los secretos no solo del régimen venezolano, sino también de sus nexos de poder y negocios con la clase política colombiana y de América Latina. Por ahora, el viaje del barranquillero a cantar frente a los estrados judiciales de EE. UU. no está 100 por ciento seguro. Aunque el gobierno de Cabo Verde autorizó su extradición, falta que un juez de apelaciones de ese país avale esa decisión. Si la justicia le da luz verde, muchas cosas estarán en juego.