Muchos colombianos podrán no estar de acuerdo con que lo que el Gobierno negocia desde hace casi cuatro años en La Habana con las FARC. Pero pocos podrán negar que, con el paso de los años, la guerrilla, por lo menos, ha venido cambiando su tono. Por esta razón no debería extrañar que ahora también las agrupaciones en Europa, que hasta hace pocos años apoyaban ideológicamente la lucha armada de las FARC, quieran darse un nuevo aire. Un ejemplo de ello se vio hace pocos días en Berlín, Alemania, donde el pasado 27 de mayo tuvo lugar el evento “Guerrilla Colombia. Por la justicia social y la paz” para conmemorar los 52 años de fundación de ese grupo insurgente y hablar de “la situación actual en Colombia”. A diferencia de oportunidades pasadas, en las que los encuentros de ese tipo servían para despotricar sobre el Estado y las élites colombianas, esta vez la reunión estuvo dedicada al "estado de las negociaciones de paz”. Tras una ponencia sobre el proceso de La Habana, los asistentes disfrutaron de “cocina popular” vegana, una barra de bebidas de solidaridad, futbolín y “música política”. La organización del evento corrió por cuenta de dos agrupaciones: Internationalistischer Abend, un colectivo de berlineses que se declaran “antifachistas”, “anticapitalistas” y “revolucionarios”, y Widerstand in Kolumbien (Resistencia en Colombia), un grupo anónimo que desde hace cierto tiempo divulga a través de una página web y de una cuenta de Twitter contenidos de las FARC en alemán. El evento se celebró en un lugar de encuentros de la escena comunista y anarquista del este de la ciudad llamado Zielona Góra. Y fue promovido durante varias semanas en las calles de algunos barrios de la cosmopolita capital alemana, así como en el diario de izquierda ‘Junge Welt’ y el portal de noticias sobre América Latina ‘Amerika 21’. Los afiches que los organizadores pegaron en los muros y los postes de la ciudad muestran imágenes de hombres y mujeres de la guerrilla, del fallecido jefe de las FARC Alfonso Cano, y de Jesús Santrich en La Habana. Y en un párrafo en letra pequeña hablan sobre la fundación de las FARC “tras una resistencia armada exitosamente organizada”. Luego les mandan a decir a “los gobernantes de la política y del gran capital y a sus patrocinadores de Estados Unidos” que “la más antigua guerrilla del mundo no puede ser derrotada siquiera con tortura, cárcel, escuadrones de muerte y violencia armada”. Vale la pena recordar que las relaciones de la guerrilla con algunos gobiernos, partidos políticos y agrupaciones juveniles en Europa son de vieja data y que han tenido las más diversas representaciones. Durante varios años, Suiza, Francia y España fueron países facilitadores del diálogo entre el Gobierno y las FARC. Esto permitió la llegada, especialmente a Suiza, de algunos miembros de la guerrilla, entre los cuales se encontraba Ómar Zabala, alias Lucas Gualdrón, quien durante años manejó entre otras cosas dineros de las Farc en Europa. Además, desde Suecia operó durante varios años el portal de noticias Anncol, que las autoridades siempre vincularon a la guerrilla. Y en la vecina Dinamarca, una organización llamada Lovers + Fighters desató una controversia en el 2007 y el 2008 al decidir vender camisetas estampadas con las siglas de las FARC y CD con música de los insurgentes mezclada por Djs daneses. En videos publicados en YouTube, sus integrantes explicaban que el poco dinero que obtenían por el negocio era destinado a apoyar la lucha de las FARC en Colombia.