La manera implacable en que el ébola arrasó en 2014 con la vida de miles de hombres y mujeres encendió las alarmas sobre la poca atención prestada a África, pero también dio pie a acciones heroicas dentro del mismo continente. Entre estas destaca la dedicación con la que Fatu Kekula, una liberiana de 22 años, cuidó de sus padres, hermana y prima, infectados con la enfermedad, protegida tan solo de improvisadas bolsas de basura y siguiendo indicaciones de un doctor a distancia. Contra todo pronóstico, Fatu venció la tasa de mortalidad de la enfermedad, de 70 por ciento, pues salvó a tres de sus cuatro pacientes. La historia que presentó la cadena CNN impulsó a miles de personas en el mundo a aportar fondos y así darle una oportunidad a la africana de profundizar sus conocimientos en Estados Unidos. Hoy, a sus 23 años vive en Atlanta y asiste a la Universidad Emory, donde estudia enfermería con la intención de regresar a su país y seguir dando una mano a los necesitados. En declaraciones a la cadena estadounidense, Kekula afirmó: “Es una grata sorpresa ser una joven como yo, proveniente de un barrio muy pobre y venir a Estados Unidos. Estoy muy agradecida con la gente que aportó fondos y con la universidad”. Por su parte, una de sus instructores, Kelly Fullwood, afirmó: “Ella no deja de fascinarme, porque entiende realmente de qué se trata la enfermería”.