EL PROCESO DE privatización de Carbocol, o por lo menos de parte de sus activos, va viento en popa. Hace pocos días se terminó la primera parte de la iniciativa, cuando una docena de empresas de consultoría nacionales y extranjeras fueron admitidas para presentar sus propuestas en torno a la venta de algunos de los proyectos más importantes de la compañía estatal. La idea es que la firma de consultoría que resulte escogida sirva para responder una serie de interrogantes en el sentido de qué privatizar, cómo hacerlo y mediante cuál mecanismo. Una fase complementaria consistiría en valorar los activos para proceder finalmente a su venta, tanto a nivel local como en el extranjero. La operación podría ser una de las de mayor envergadura en la historia del país y definitiva para mejorar las finanzas de Carbocol, que el año pasado recibió un fuerte apoyo con una capitalización de 960 millones de dólares. La joya de la empresa estatal es, por supuesto, el Cerrejón zona norte, que se explota en asocio de Exxon, cuya producción ascendió el año pasado a 12.8 millones de toneladas del mineral, exportadas a decenas de plantas termoeléctricas en el mundo entero-