A un mes de la muerte violenta del fiscal Alcibiades Libreros, aún no termina de cuadrar la hipótesis de la Fiscalía y Policía sobre un simple hurto como móvil principal de este crimen que sacudió a la capital del Valle en diciembre pasado.  El fiscal especializado en desmantelamiento de bandas delincuenciales y narcotraficantes fue atacado en una concurrida vía del sur de Cali el domingo 29 de diciembre. En versiones preliminares, el asesinato fue relacionado con los casos llevados por el investigador, pero la misma Fiscalía le restó perfil al homicidio y aseguró que los atacantes querían robarle una cadena de oro.  La familia del fiscal Libreros manifestó que no tenía ninguna cadena de oro y, en cambio, llevaba ese día un crucifijo de acero. Gremios como Asonal Judicial también rechazaron la postura del ente investigador, al asegurar que era una versión apresurada. 

A la polémica también se sumó el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, este viernes en medio de un homenaje al fiscal Libreros. “Le pedimos a la Fiscalía no descartar otras hipótesis de este crimen”, dijo el mandatario.  Y agregó que le “parece inverosímil que una persona con tal nivel de riesgo, con amenazas y enemigos de bandas criminales muera por un simple hurto”. La Fiscalía ha fundamentado su tesis en una serie de videos de cámaras de seguridad, donde se detalla el actuar de la banda delincuencial que atentó contra el fiscal Libreros.  En esos videos, dice la Fiscalía, hay evidencia de cómo el investigador fue marcado por sus victimarios y luego seguido por varias cuadras para robarle la cadena. El sicario se bajó de una moto, corrió algunos metros y llegó hasta el carro del fiscal que esperaba el cambio de semáforo.  “Si yo voy a robar al conductor no llegó por el lado del copiloto”, dijo en su momento el también fiscal José Freddy Restrepo. Por esa razón, aún no creen de lleno en la versión entregada por la Fiscalía.  Algunos compañeros del fiscal Libreros consideran que esta versión del ente investigador es una “lavada de manos” por la falta de seguridad al funcionario público, quien en múltiples ocasiones había manifestado amenazas en su contra. En los procesos más recientes tenía casos contra la banda La Cordillera, de Pereira, y la oficina de sicarios Los Vaqueros, en Cali; también viajó el año pasado a Estados Unidos para recoger testimonios de narcotraficantes colombianos presos en ese país.  “La muerte de mi hermano se produjo cuando adelantaba investigaciones procesos relacionados con estructuras delincuenciales organizadas y de narcotráfico… La principal tesis de que su asesinato fue por hurto genera dudas a mi familia y a los colombianos en general”, señaló Carmenza Libreros, hermana del fiscal, quien dedicó unas sentidas palabras en el homenaje. Por la muerte del investigador fueron capturados Samuel Hernando Alvear, Édison Fajardo, Yojan Salazar y Álvaro Preciado. Los cuatro aceptaron cargos por concierto para delinquir, homicidio y hurto agravado, así como porte de armas de fuegos. 35 videos obtenidos de cámaras de videovigilancia permitieron conocer los roles de los señalados homicidas y el recorrido exacto que hicieron antes, durante y después del crimen. Otras evidencias, como reconocimientos morfológicos, entrevistas e interceptaciones telefónicas, confirmaron la presencia de estas personas en el lugar de los hechos y en una panadería en la que el funcionario judicial estuvo minutos antes de su muerte.