Fitch Ratings recortó este miércoles la calificación crediticia de Brasil a BBB- y se convirtió en la segunda agencia calificadora en dejar al país suramericano sin grado de inversión. A pesar de la rebaja la perspectiva sigue siendo negativa. La decisión "refleja una recesión más profunda de lo estimado previamente, los continuos desarrollos adversos para el fisco y la creciente incertidumbre política que podría afectar aún más la capacidad del gobierno de implementar efectivamente medidas fiscales que estabilicen la carga de endeudamiento.En la misma línea el documento de calificación asegura que los continuos cambios de objetivos en materia fiscal han minado la confianza y la credibilidad del gobierno. Brasil afronta no sólo el crecimiento negativo de su economía sino las consecuencias de un escándalo de corrupción que ha salpicado a empresarios y políticos de casi todos los partidos. Fitch espera que la economía brasileña se contraiga 3.7% este año y 2.5% en 2016, aunque reconoce que hay riesgos a la baja en sus proyecciones. Lea también: Perspectivas económicas sobre Brasil empeoran