La semana pasada asumió el poder en El Salvador el presidente más joven de la historia de ese país. Se trata de Francisco (Paquito) Flores, a quien su corta edad no le ha impedido ser ya filósofo, historiador, literato y, por si fuera poco, seguidor de la doctrina del indio Sai Baba. Flores es un presidente joven para un país joven, puesto que la edad promedio de la población de El Salvador es de 18,8 años, una de las más bajas de América Latina.