SEMANA: ¿Es sincero el cambio de tono del Vaticano?Frei Betto: Es pronto para evaluar. Pero tengo la esperanza de que va a reformar la Curia romana y de que, como San Francisco de Asís, reforme toda la Iglesia. Leonardo Boff: Francisco no solo es un nombre, también es el proyecto de otra Iglesia, en línea con la espiritualidad de San Francisco de Asís: pobre, humilde, amigo de la naturaleza, despojado del poder y de sus símbolos. Él está demostrando que, antes de reformar de la Curia, empezó con el papado. Ya no es un monarca dentro de un palacio, sino un pastor en medio de su pueblo. SEMANA: ¿Francisco será capaz de reformar la Iglesia? L.B.: Francisco de Asís, que era un joven de la burguesía, se convirtió al escuchar: “Francisco, ve y reconstruye mi Iglesia en ruinas”. Creo que el papa escuchó algo parecido:”Acepta ser papa para reconstruir mi Iglesia arruinada por escándalos sexuales y financieros”. Y él, a pesar de su edad, aceptó como hombre de fe. Es franciscano por su sencillez y pobreza personal, pero va a ser un jesuita sagaz y con mano firme para erradicar los males de la Iglesia.SEMANA: Juan Pablo II fue hostil con la TL. ¿Ve ahora más apertura?L.B.: Según su profesor de Buenos Aires, desde el principio Bergoglio mostró entusiasmo por ella, que está en sus discursos, especialmente cuando dijo que quería una Iglesia pobre para los pobres y cuando fue a Lampedusa. Tal vez no use las palabras Teología de la Liberación, pero sí se la jugará por la liberación de los oprimidos.SEMANA: En el Vaticano algunos sectores lo critican por desacralizar la figura del pontífice...L.B.: Francisco despaganizó el papado, rechazó los atributos que simbolizan el poder del emperador romano, dijo en broma, aunque no tanto, que “se acabó el carnaval”. Lo critican los que olvidaron que es sucesor de Pedro, un pescador pobre y representante de Jesús que fue pobre y un prisionero político, torturado y crucificado. Francisco está recuperando esa herencia sagrada contra aquellos que se secularizaron viviendo en palacios como en las cortes y se creyeron príncipes.SEMANA: Hay una fuerte competencia de los evangélicos. ¿Francisco puede frenarlos?F.B.: Solo si renueva el ministerio al permitir el acceso de las mujeres al sacerdocio, rehabilita a los padres casados, acaba con el celibato obligatorio y permite usar el condón, por ejemplo. Sin eso la Iglesia Católica seguirá perdiendo fieles. L.B.: Hay que evitar todo proselitismo y competencia entre los cristianos. La Iglesia Católica tiene que renunciar a su arrogancia de pretender ser exclusiva. Debemos inspirarnos en los cuatro evangelios, que tienen todos una versión distinta de la historia, y todos se aceptan y se complementan mutuamente.