El regreso de Gabriel García Márquez a su pueblo natal, Aracataca (Magdalena), fue el pretexto perfecto que encontró Justin Webster para su documental Gabo: la creación de Gabriel García Márquez, presentado en el Festival de Cine de Cartagena de Indias y ahora llevado a las salas de cine independiente de Estados Unidos.El tren amarillo de Macondo, cuyo camino recorre las majestuosas faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta, constituye el primer conjunto de fotogramas con los que se inicia la crónica de cine. “La magia de García Márquez ha conectado con mucha gente”, dijo el autor al El País de Madrid. Webster desarrolló una aplaudida estructura narrativa sin antecedentes, que destaca la muerte como ingrediente esencial en la vida y escritura de Gabo.“Esa actitud un poco rebelde y muy humana frente a la muerte era su forma de enfrentar la vida. Para mí fue una pequeña revelación que Gabo pensara que la muerte era un tipo de injusticia”, precisó el documentalista, quien se declara amante de la obra del colombiano.