Al actor mexicano Alfonso Herrera le han llovido críticas desde que se negó a hacer parte de la gira de reencuentro de Rebelde en este 2023, agrupación de la que hizo parte hace más de una década y que fue un rotundo éxito en América Latina.
Sin embargo, parece que Herrera tenía motivos de sobra para separarse definitivamente de la agrupación musical.
Es que, de todos los integrantes del grupo RBD, ha sido Herrera quien ha brillado por su ausencia y que definitivamente no participará en la anticipada gira del grupo a realizarse este año.
Herrera, quien además de intervenir en la exitosa telenovela y grupo musical RBD —en 2004—, se ha labrado una carrera como actor, cuyo talento le ha abierto camino en Hollywood con las series Sense8, de las hermanas Wachowski, y Ozark (Netflix), al lado de Jason Bateman y Laura Linney.
Ahora bien, mucho se ha especulado sobre las verdaderas razones que llevaron al artista de 39 años y padre de dos niños a alejarse de la agrupación. En ese sentido, Poncho aseguró que su ausencia en el Soy Rebelde World Tour no fue por dinero, sino por trabajo, pues en este momento se encuentra realizando varios proyectos televisivos y cinematográficos.
Sin embargo, en una entrevista concedida al periódico español El País, uno de los más importantes de Hispanoamérica, habló sin tapujos de las profundas secuelas psicológicas que le dejó un suceso ocurrido a su paso por la agrupación.
“(Con mis compañeros de RBD) compartimos cosas que nadie más va a poder saber y que nosotros seis estuvimos ahí en momentos duros, en momentos alegres y momentos difíciles”, explicó Herrera a dicha publicación al promover su cinta ¡Viva México!, una sátira política dirigida por Luis Estrada.
“Hasta la fecha, sigo teniendo un poco de miedo cuando voy a un lugar donde hay mucha gente”, afirma Herrera sobre dicho episodio y las secuelas psicológicas que le ha dejado tantos años después.
“Como cuando fue lo de Brasil”, prosiguió el actor para entrar en detalles sobre un traumático evento que tuvo lugar en ese país en el año 2006. De acuerdo con su relato, lo que originalmente sería una firma de autógrafos generó una avalancha humana en el interior de un supermercado y ocasionó la muerte de tres fanáticas.
“No tuvimos apoyo psicológico para poder lidiar con esta situación”, afirmó Herrera. “Fue muy duro. Años después regresamos a Brasil, conocimos a los familiares y conocí al papá de una de las niñas que perdió la vida. Ese evento me marcó de una manera muy profunda y por más que intento darle la vuelta, todavía ahí está”, se lamentó el artista mexicano.
Dicha tragedia sucedió en la ciudad de Sao Paulo. Después de lo ocurrido las autoridades de la Secretaría de Habitación de la ciudad clausuraron y suspendieron la licencia del supermercado Extra, donde se organizó dicho evento.
Funcionarios determinaron que el establecimiento comercial no tenía los licencia para organizar la presentación, omitiendo normas legales y técnicas que este tipo de evento requería.
Herrera, igualmente, aseguró que durante su permanencia en los proyectos de Rebelde y RBD, tuvo que ceder los derechos de su personaje y las regalías que estos pudieran acumular, lo que hizo “injusto” el pertenecer a dicha banda, que movió masas por toda Latinoamérica a finales de la primera década de los 2000.
“Nosotros no vimos ni un solo peso. Tenía 23 o 24 años y veía la cara de mis compañeros y mi cara en todos los aparadores vendiendo galletas, chicles, jugos, cuadernos, tenis, lápices y nada. La televisora dueña de este proyecto no fue justa”, añadió Alfonso.
Otro de los asuntos monetarios con los que Herrera no estuvo de acuerdo fue el pago que recibieron él y sus compañeros luego del concierto que realizaron en Los Ángeles, en el que 63.000 personas corearon éxitos como Rebelde, Solo quédate en silencio y la mítica Sálvame, para recibir solamente 18.000 pesos mexicanos, que a la conversión de hoy sería alrededor de 4 millones de pesos colombianos.
“Nosotros seis estuvimos ahí en momentos duros, en momentos alegres y momentos difíciles como cuando fue lo de Brasil”, mencionó Herrera, recordando el fatídico día en el que tres de sus fanáticos murieron cuando una avalancha de 15.000 personas se abalanzó contra el escenario por la euforia de ver a los seis mexicanos en vivo, aplastando a aquellos que estaban contra la barandilla de seguridad.