Aunque el primer mandatario francés, Nicolas Sarkozy, quien presidirá dentro de poco la Unión Europea, ha dejado saber que si Íngrid Betancourt es liberada podría examinar la aspiración de las Farc de que les quiten el calificativo de terroristas, la cosa no es automática. La única forma de lograrlo es mediante una decisión unánime de los 27 países miembros. A pesar de que Sarkozy tendrá mucha influencia desde esa posición, hay varios países con su propia historia de terrorismo que no estarían dispuestos a ceder en ese punto. Los de la línea dura serían España, por sus problemas con Eta; Reino Unido, por el Ira, e Italia, por su pasado con las Brigadas Rojas. Por eso, y a pesar de las buenas intenciones del mandatario francés, su ofrecimiento no es fácil de concretar.