Así lo aseguró el vicepresidente colombiano, Óscar Naranjo, al anunciar una serie de medidas adoptadas que incluyen la instalación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) en la ciudad de Ocaña, que entrará a funcionar desde mañana y que estará conformado por autoridades nacionales, departamentales y municipales, así como organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil."Nos hemos comprometido también a que se seguirá avanzando para que los asuntos que tienen que ver con la fuerza pública vayan generando condiciones de normalidad en la región con una presencia integral de control territorial", dijo Naranjo.Le recomendamos: Guacho, la cara de la violencia en el PacíficoDel Catatumbo forman parte los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, aunque en algunos documentos oficiales se incluye también a Ocaña y Ábrego, para una población que total que ronda las 250.000 personas.El Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), considerado por el Gobierno como una banda criminal, iniciaron hace cinco semanas combates en el selvático Catatumbo, que forma parte del departamento de Norte de Santander.Los enfrentamientos entre el ELN y el EPL han provocado, según dijo el viernes la oficina de la ONU en Colombia, el desplazamiento de 2.819 personas y que otras 144.000 sufren "graves restricciones de acceso a servicios, bienes básicos y limitaciones a la movilidad".Le sugerimos: Chile podría ser la nueva sede de diálogos entre Gobierno y ELNEl problema se agravó por el "paro armado" decretado el 15 de abril por el EPL, con el que han restringido mediante amenazas el desplazamiento de vehículos por carreteras, la movilidad de las personas y el comercio está paralizado.Ante esto, Naranjo añadió que el próximo jueves llegarán a la zona funcionarios para "hacer una revisión completa de los proyectos que se están movilizando desde aquí y que necesitan un perfeccionamiento en su estructuración, para así agilizar las aprobaciones para ejecutarlos con recursos de las regalías y los presupuestos de posconflicto".El vicepresidente se comprometió a que su despacho estudiará el problema de los cultivos ilícitos en la región del Catatumbo, en la provincia de Ocaña y en el sur del departamento del Cesar para poner en marcha el programa de sustitución voluntaria de la mano con los campesinos.Aseguró que el Gobierno se siente corresponsable con las soluciones que se deben poner en marcha."Aquí hay una situación humanitaria a la que debemos responder inmediatamente y una situación estructural donde el Gobierno compromete el máximo de capacidades", apostilló Naranjo.Reafirmó que se combatirá con contundencia a los grupos armados que tienen atemorizada a la población y declaró que ningún criminal "por poderoso que sea ha logrado derrotar al Estado y la institucionalidad".Puede interesarle: Las indígenas barí que desalojaron un campamento del ELN para sanear su espírituNaranjo aseguró que el Gobierno no va a desfallecer "en el avance que hemos tenido con proyectos que se vienen movilizando hace años y que tienen que pagar el saldo social que tenemos con la región del Catatumbo y la provincia de Ocaña".Recordó que en la zona del Catatumbo fueron desplegados unos 12.000 militares para devolverle la confianza de los ciudadanos.El vicepresidente lideró una comitiva del Gobierno donde concurrieron 16 alcaldes de la región del Catatumbo, el ministro del Interior, Guillermo Rivera; el defensor del Pueblo, Carlos Negret, y líderes comunitarios.De igual forma, hicieron presencia el alto comisionado para la Paz y encargado de la Alta Consejería para el Posconflicto, Rodrigo Rivera, y la consejera presidencial para los Derechos Humanos, Paula Gaviria, entre otros.