Nació en Nueva York en el hogar de un inmigrante cubano y una estadounidense, y tras estudiar Lenguas Romances, en 1967, se dio a la colosal tarea de traducir Rayuela, la revolucionaria novela del argentino Julio Cortázar. Los aplausos por ese trabajo lo motivaron para asumir tres años después el desafío de hacer una versión en inglés de la máxima obra de Gabriel García Márquez. La traducción, según los expertos, se convirtió en el trampolín definitivo de Gabo hacia la fama universal.