La empresa Satena opera con criterios comerciales en Colombia, pero depende de la Fuerza Aérea colombiana y varios de sus pilotos pertenecen a la institución. Aunque hace tiempo no se presentaba un hecho similar, es común que los guerrilleros ataquen los helicópteros militares y los aviones que fumigan los cultivos de coca, pero no se han registrado agresiones contra aeronaves comerciales, como ocurrió en esta ocasión.