Mario Huertas Cotes, el constructor a quien la Fiscalía le anunció un llamado a juicio por los delitos de celebración indebida de contratos, contrato sin cumplimiento de los requisitos legales y peculado por apropiación, dijo que espera comparecer ante la Justicia para entregar los argumentos que ya había dado por el mismo tema. De acuerdo con el empresario, la adjudicación del contrato por el que se le investiga se licitó de manera ajustada a la ley, sin embargo, no deja de considerar que hay una serie de intereses que lo único que hacen es perjudicar a los constructores. Así mismo, recordó que por este mismo proceso ya el entonces fiscal Mario Iguarán concluyó en el 2008 que de parte de Huertas Cotes no existía una contratación indebida que le pudiera ser endilgada. Los trabajos licitados, cabe recordar, consistían en terminar la obra abandonada por la firma mexicana ICA, que consistía en la adecuación de la calle 80 diseñada para Solobus. La Fiscalía argumenta que “la Administración Distrital (Enrique Peñalosa), en dicho contrato, cambió el diseño original con el fin de adecuarlo al Sistema de Transporte Masivo, TransMilenio, y dejó dos calzadas para los buses articulados, con ampliaciones en los paraderos, y también dispuso la construcción de dos calzadas laterales de tres carriles cada una para el tráfico mixto”. Semana: ¿Qué opinión le merece este anuncio de la Fiscalía de llamarlo a juicio? Mario Huertas Cotes: Aquí hay una conclusión que se la hemos expresado siempre a la Fiscalía y es que se me está juzgando por delitos que yo no puedo accionar, ni soy el determinador de esos delitos, ni soy el ejecutor de esos delitos. Porque yo no puedo forzar a una entidad a una contratación sin el debido requisito. Además, esa no es mi posición de ciudadano colombiano. Semana: Y en el caso del peculado... M.C.H.: No se me puede acusar de peculado porque yo cumplí con el contrato. Porque yo amorticé mi anticipo. Mi obra la usufructuaron todos los colombianos y se cumplió para las políticas de la Alcaldía de Bogotá y del señor (Enrique) Peñalosa. Yo no me robé la plata, eso está en la indagatoria y lo que les he explicado hasta la saciedad. Semana: Eso también lo investigó en su momento la Contraloría... M.C.H.: Si, allá se analizó situación por situación, porque la Contraloría es la que determina si hay detrimento patrimonial. Ellos concluyeron que me exoneraban de cualquier responsabilidad. Porque la afectación no era por los materiales utilizados. Eso también lo conoció la Fiscalía. Semana: En ese entonces, sin embargo, usted estuvo bajo medida de aseguramiento... M.C.H.: De la noche a la mañana sale la orden de captura mía, me sorprenden el 7 de febrero del 2008 y se revoca en julio de ese año. La cumplí primero en el búnker de la Fiscalía y luego me dan detención domiciliaria. Semana: ¿Qué pasó luego? M.C.H.: Hay una segunda instancia que va al fiscal Mario Iguarán, él revisa esas acusaciones y concluye que no puede existir una contratación indebida achacada al ingeniero Mario Huertas, como representante legal, que no hay ninguna posibilidad por el proceso, la forma en la que se llevó, se cumplió con la inversión, se amortizó el anticipo, entre otras. Semana: Entonces, ¿por qué este nuevo llamado? ¿Quién puede estar detrás de eso? M.C.H.: Son los intereses propios que se manejan bajo las condiciones de obtener resultados y de los procesos que tiene la administración (de Enrique) Peñalosa. Ahí tiene que haber intereses de eso, porque acuérdese que la única administración, a mi modo de ver, que está más cuestionada por las obras que ejecutó es la administración Peñalosa. Entonces, ahí hay intereses.. Semana: ¿Tiene algún indicio sobre de quién puedan venir? M.C.H: Hay que entrar a mirar quién es el del interés a nivel del Distrito, quién lleva los procesos, por qué están dándose estas circunstancias, por qué implican cosas técnicas con cosas netamente penales. Estas son peleas políticas, financieras, necesidades de intereses todos financieros. Es curioso que es el único alcalde en el que están totalmente cuestionadas todas las obras que ejecutó. Semana: Andrés Camargo también está inmiscuido en este tema, ¿cuál es su cercanía con él? M.C.H.: Absolutamente ninguna. Ni social, ni profesional. Lo conozco como ingeniero. Pero no tengo ningún vínculo con él. No he estado en sus reuniones, ni soy de sus apegados, ni he estado en sus negocios, ni nada. Siempre he mantenido una independencia total. Semana: ¿Qué opina de la condena que le impusieron? M.C.H.: Se me hace que es una injusticia, porque estas son cuestiones técnicas. Lo que hay que definir es quién determinó que frente a unas calzadas que no eran para soportar las cargas, se diera la orden de que entrara el TM, bajo esas condiciones en la que estaban esas estructuras.