Después de tantos insultos, de tantas idas y venidas, de tantas vueltas y revueltas, el Presidente terminó reconociéndolo. El día del lamentable asesinato de su padre, utilizó un helicóptero de Pablo Escobar para intentar llegar a la zona del crimen.Eso significa que Virginia Vallejo dijo la verdad, cuando escribió: "Como el helicóptero familiar de los Uribe sufre daños, Pablo le presta uno de los suyos para traer el cuerpo desde su hacienda hasta Medellín".Otra cosa es que -por mal tiempo- el helicóptero de Escobar, con Álvaro Uribe a bordo, no hubiera cumplido la misión. El episodio sirve para demostrar que el Presidente sostenía una verdad a medias cuando, en respuesta al libro de Vallejo, afirmó: "Falso de toda falsedad. El cadáver de mi padre lo trajimos por esa carretera de Puerto Berrío a Medellín".Después de sus recientes -y exaltadas- declaraciones sobre el tema, una versión periodística asegura que el helicóptero le fue asignado por la Aerocivil. Sin embargo, el Departamento Administrativo de Aeronáutica Civil no puede 'asignar' el helicóptero de un particular para el uso de otro, por noble que sea el propósito.Lo que hace la Aerocivil es autorizar pistas, otorgar licencias a aeronaves y expedir permisos de vuelo. El Presidente debe saberlo, como director que fue de ese departamento.En Colombia no está normalmente permitido el vuelo nocturno de helicópteros civiles, por eso fue necesario que la Aerocivil concediera un permiso especial. Así lo informa el periódico El Mundo del 15 de junio de 1983 y lo reitera, al día siguiente, en estos términos: "El hijo del ganadero muerto, ex alcalde Álvaro Uribe Vélez, en un helicóptero moderno del hacendado Pablo Escobar, viajó a la zona, después de conseguir un permiso especial de la Aeronáutica para que lo dejaran salir del aeropuerto Olaya Herrera, después de las seis y treinta".¿Cómo pudo el doctor Uribe Vélez solicitar un permiso de la Aerocivil, sin saber él, ni informar a la entidad, a quién pertenecía el aparato? El Presidente dice que esa relación fue circunstancial y que nada más enlazó a su familia con esas personas. Sin embargo, el diario El Colombiano de Medellín, el 16 de junio de 1983, publica algunas esquelas fúnebres que permiten pensar otra cosa.La primera es la invitación al sepelio de Alberto Uribe Sierra, por parte de "La Junta Directiva y empleados de Medellín sin tugurios". Como se sabe, 'Medellín sin tugurios' era una fundación de Pablo Escobar, que construyó un barrio para los residentes del basurero de Moravia en Medellín.En la junta directiva de 'Medellín sin tugurios' aparecen Pablo Escobar, Jairo Ortega -quien era el renglón principal de la lista del capo a la Cámara y la persona que inició el debate para aniquilar moralmente a Rodrigo Lara Bonilla-, el sacerdote Elías Lopera y Juan Gonzalo Ángel.Al lado de este aviso mortuorio, hay otro llamativo. Allí se solidarizan e invitan al funeral del señor Uribe Sierra los hermanos Guillermo Ángel Restrepo y Juan Gonzalo Ángel Restrepo. Guillermo Ángel Restrepo, conocido como 'Guillo', fue parte de un grupo de narcotraficantes llamado 'Los doce del Patíbulo'. Ellos fueron perdonados por la Fiscalía en 1993, a cambio de información para acabar con Pablo Escobar. Del grupo hacen parte, entre otros, Gabriel Puerta Parra y Miky Ramírez.Muerto Escobar, 'Guillo' fue emisario del cartel de Cali para firmar la paz con el cartel de Medellín, curiosamente a instancias de la Fiscalía. El 16 de febrero de 1994, se reunió en el despacho de la fiscal Cruz Helena Aguilar, con el 'Arete' y el 'Mugre'. De la reunión hay un video, publicado por el noticiero QAP.Ahora 'Guillo', con su fortuna legalizada, es dueño -entre otras cosas- de un club de polo en Argentina y de Helicargo, una empresa de helicópteros que ha tenido entre sus clientes varias entidades estatales, al paramilitar Vicente Castaño y usuarios menos afortunados, como el trágicamente fallecido Pedro Juan Moreno Villa.