Con águilas entrenadas, las autoridades holandesas buscan derribar los drones que colman el cielo cerca a los aeropuertos. La compañía Guard from above entrena a las aves de rapiña para que capturen en vuelo los dispositivos voladores no autorizados. Esto se dio como respuesta a que varios pilotos reportaron alrededor de 100 drones al mes en el radio aeroportuario. Por esta causa, la Administración Federal de Aviación anunció que estaba examinando cómo impedirles volar en el espacio exclusivo de los aviones. “A veces la solución de un problema hipermoderno es más obvia de lo que se imagina”, afirmó  Ben de Keijzer, cofundador de Guard from above.