Hace 10 meses los gobiernos de casi todos los países del mundo se encontraban en alerta roja. Los expertos en sistemas pronosticaban que debido a que los computadores podrían confundir el año 2000 con el 1900 se generarían efectos devastadores en el funcionamiento de todos los aparatos que dependen de una u otra forma deun manejo sistematizado (ver recuadro). Los más pesimistas aseguraban que habría apagones en varias ciudades, los aviones se quedarían en el cielo sin encontrar el rumbo y hasta se podría producir un corte en el suministro de agua por varios días. Todo lo anterior, según los analistas, desembocaría en un caos sin precedentes debido a la gran dependencia que existe entre las actividades cotidianas y los computadores.Hoy, después de inversiones de millones de dólares, la visión catastrófica del año 2000 parece haberse alejado. La mayoría de los países del mundo han cumplido con más del 90 por ciento de sus proyectos de actualización de sistemas y la debacle mundial está prácticamente descartada. El optimismo ha renacido en casi todas partes, y Colombia no es la excepción. Según los expertos, está casi garantizado el funcionamiento normal de todos los servicios públicos, los radares y el sistema financiero al llegar el temido final de 1999.Todavía existen, sin embargo, algunos riesgos para el funcionamiento de la economía mundial. Pues en el caso de que a nivel agregado las cosas funcionaran bien, el costo del temido Y2K no sería despreciable. Es más, ya se barajan por lo menos tres teorías sobre el verdadero impacto que tendrá el cambio de siglo.La primera es de carácter global y tiene que ver con el inmenso gasto en que incurrieron los gobiernos y compañías para combatir el problema del cambio de siglo. La firma de consultoria Ernst and Young estima que el Y2K tendrá un costo superior a los 800.000 millones de dólares. En Colombia, Planeación Nacional calcula que el costo será de cerca de 1.400 millones de dólares, lo que equivale a 1,5 por ciento del PIB.La teoría del dominóLa segunda, de carácter más restringido _pero que ha ganado popularidad en los últimos días entre los analistas_, sostiene que a pesar de que las dificultades serán imperceptibles al comienzo, rápidamente irán alcanzando dimensiones inesperadas. Bruce Mc Connell, director del centro de Cooperación Internacional Y2K, dijo a Reuters recientemente: "Lo que podríamos tener a comienzos del año 2000 es un lento surgimiento de pequeños problemas que saltarán de un sector a otro, originando un efecto 'dominó' que termine por afectar al comercio y a la economía en general".Esta teoría se basa en la imposibilidad de lograr que todos los computadores y sistemas del mundo estén listos para el Y2K. Según sus defensores, basta con que queden unos pocos aparatos y microprocesadores sin arreglar para que se produzca una reacción en cadena que podría frenar no sólo el funcionamiento de varias empresas sino de la economía global. Errores en la facturación de servicios públicos, tarjetas de crédito rechazadas, son sólo algunos ejemplos que podrían distorsionar el funcionamiento normal de la economía, a la vez que reducirían la confianza de los agentes económicos. El 1100 no sería entonces la fecha indicada para observar las consecuencias que podría acarrear la llegada del año 2000 sino que habría que esperar hasta finales de marzo _por lo menos_ para entender los verdaderos alcances y dificultades del problema.Que no cunda el pánicoLa tercera teoría tiene que ver con el comportamiento de la gente que ha estado expuesta a todo tipo de versiones sobre el problema de cambio de siglo. Muchos analistas esperan que, como consecuencia de esas versiones _y a pesar del cambio que se ha dado en la percepción del problema_, se produzca en diciembre una gran afluencia de empresas y personas saliendo a demandar productos en cantidades superiores a las normales, lo que puede originar un fuerte desabastecimiento en lo centros de despacho y los mercados. Algunos individuos _temerosos por las fallas que se puedan presentar en los cajeros automáticos_ podrían proceder además a retirar la plata que tienen colocada en los bancos y entidades financieras con el fin de aprovisionarse de dinero en efectivo, con lo cual _además de sembrar un pánico injustificado_ lo único que lograrían sería descuadrar a las entidades financieras.Curiosamente, y de acuerdo con muchos expertos, este podría llegar a ser el peor de los escenarios. La actitud irracional de la gente frente al tema del cambio de siglo podría traer graves consecuencias. En Colombia lo más probable es que, gracias a las precauciones que han tomado el gobierno y entidades como el Banco de la República, el problema del Y2K sea menos grave de lo que se pensó. Aun así el asunto es lo suficientemente inquietante como para que todos permanezcan atentos y tomen las medidas del caso, pues en pocas ocasiones como ahora se había vuelto tan cierto aquello de que vale mucho más prevenir que curar. QUE DEBEN HACER LAS PERSONASEl efecto Año 2000 tiene incidencia en la vida cotidiana a través de la tecnología que se encuentra presente en cualquier actividad económica. Los sistemas telefónicos, los servicios públicos en general, los servicios financieros, los sistemas de pensiones y pago de salarios, las redes de comunicación, los ascensores, los cajeros automáticos, los lectores de tarjetas de crédito, las redes de distribución de alimentos y muchos equipos médicos _como los marcapasos_ dependen de programas o equipos computarizados que contienen microprocesadores de tiempo. Por eso el impacto del Y2K se sentirá no sólo en las empresas sino también en las actividades diarias de las personas. Teniendo en cuenta lo anterior _y aunque según todos los analistas los riesgos son mínimos hoy en día_ la siguiente lista sugiere una serie de 'consejos' que todo individuo debería tomar en cuenta :-Haga copias de documentos personales importantes y certificados de nacimiento.- Pida extractos del estado de sus cuentas bancarias, recibos de pago de servicios públicos, comprobantes de pago al seguro social y fondos de pensiones.- Mantenga un equipo de primeros auxilios.- Consiga velas y lámparas que pueda usar en caso de que se vaya la luz.- No escuche rumores ni chismes. Diríjase a una fuente de información digna de confianza.- Y por último: conserve la calma, use siempre el sentido común y _por si acaso_ cómprese un buen libro.¿Qué deben hacer las empresas?Una de las cuestiones más inquietantes del problema del Y2K es que no basta con que una empresa actualice sus sistemas si sus clientes o proveedores no hacen lo mismo.Por eso es necesario, según los expertos, que todas las compañías _tanto privadas como públicas_ eleven este problema al más alto nivel gerencial, establezcan _si aún no lo han hecho_ prioridades enfocadas en sus procesos críticos, identifiquen las tecnologías o sistemas que puedan fallar y adopten medidas de contingencia. De acuerdo con la firma de soluciones integrales de informática Softtek las empresas deben:- Tener un comité directivo encargado del proyecto Y2K y la planeación organizativa del mismo.- Identificar los procesos críticos de la organización y los sistemas comerciales básicos susceptibles al cambio de siglo.- Determinar el impacto potencial de fallas en los sistemas de los clientes y proveedores.- Desarrollar una planificación de contingencia en la cual se establezca una línea de tiempo para la implementación y acción de los planes.- Diseñar un método de validación de tal modo que se pueda comprobar la viabilidad de la planificación de contingencia de reanudación de los negocios.Solución del problemaAunque faltan apenas 70 días para finalizar el año las empresas que aún no lo han hecho están en la obligación de iniciar procesos de readecuación de los sistemas para evitar los riesgos del Y2K. Las siguientes son algunas de las principales técnicas que pueden emplear las empresas para solucionar el problema del cambio de siglo:- Técnica de expansión: consiste en expandir físicamente el campo de fecha de seis a ocho dígitos, dejando así cuatro dígitos para la representación del año. A largo plazo, ésta es la solución más recomendada. Como es un método fácil de entender y aplicar, garantiza el intercambio de datos con otras instituciones. Una vez efectuados y probados los cambios el mantenimiento será simple y claro.- Técnica de compresión: consiste en empaquetar los años mayores de 99 dentro de los dos dígitos existentes en los campos de fecha, empleando dígitos hexadecimales en lugar de los decimales. De ese modo no es necesario ampliar el tamaño de los registros. Esta técnica es útil en los casos en que los tamaños de registros se acercan a los límites permitidos o cuando el tamaño físico del archivo se acerca al máximo soportado por el sistema.- Técnica de 'windowing': esta técnica consiste en fijar rangos de fechas que abarquen 100 años cada una. Cuando aparece un año se le asigna un siglo determinado, partiendo del valor numérico del año. Esta solución deja intactos los archivos, tanto en cuanto a contenido como a longitud de registros, pero no funciona si los datos han de compartirse con otras aplicaciones o usuarios externos. Por lo tanto ha de aplicarse como una solución temporal.- Programas 'puente': Los programas 'puente' tienen como misión primordial limitar el impacto de modificar archivos que contienen fechas, en programas que utilizan dichos archivos, pero que no usan el campo de fecha o no son sensitivos al cambio de siglo.