David Kay le dijo a The New York Times que debido a la "vorágine de corrupción" en que había caído el régimen del entonces presidente Saddam Hussein, era improbable que contara con las armas en las que Estados Unidos se basó para atacar el país en marzo pasado.Según Kay, él y su equipo lograron determinar durante sus inspecciones, que entre 1997 y 1998 Iraq cayó en un "torbellino de corrupción", en el que las actividades del gobierno comenzaron a salir de control porque Saddam-cada vez más aislado y fantasioso- autorizaba personalmente grandes proyectos presentados por los científicos -imposibles en su mayoría- sin consultar con asesores y expertos. Por eso, indicó Kay, su equipo no encontró pruebas de que el régimen iraquí hubiera acumulado armas no convencionales antes de la invasión del país por parte de tropas estadounidenses en marzo. "El resumen de mi punto de vista, fundado en lo que he visto, es que es muy improbable que encontremos grandes arsenales de armas", afirmó. "Encabezamos esta búsqueda para descubrir la verdad, no para encontrar las armas. El hecho de que hubiésemos descubierto que las armas no existen es algo que debemos encarar y comprender por qué".