La receta secreta del negocio de los hermanos Rausch no solo es la alta cocina y la calidad de sus preparaciones, un ingrediente fundamental para conseguir que la empresa sea sostenible y rentable es el manejo del dinero y de eso se encarga Ilan. Bajo su gestión, el apellido se convirtió en una marca y sus restaurantes, en un hito del boom gastronómico en Colombia. Ilan es el menor de los tres. Estudió en el Colegio Colombo Hebreo en Bogotá y luego Administración de Empresas en la Universidad de los Andes. Se graduó en el año 2000 y viajó a Inglaterra, donde vivió y trabajó durante tres años. “Corría el año 2003 y los tres estábamos fuera del país, Jorge y yo en Inglaterra; y Mark, en Canadá. Decidimos montar nuestro propio negocio y lo lógico era hacerlo en el tema gastronómico. Estudiamos opciones en los países donde estábamos, pero finalmente decidimos que lo mejor era regresar a Colombia. Teníamos los contactos y mejores posibilidades de abrir un restaurante aquí”, cuenta. En ese año empezó la concepción de Criterión, el primer hijo. Ese proceso fue un esfuerzo conjunto, relata Ilan: “todos nos involucramos, buscamos la casa, trabajamos juntos en los diseños del montaje y en el menú”. La prueba del primer plato del restaurante se hizo en la casa de su madre junto con sus amigos y familiares. Lo abrieron en el 2004 y durante cuatro años consolidaron su operación. Lograron el título del mejor restaurante de Colombia y ubicarlo en el puesto 19 en la lista de los 50 mejores restaurantes de América Latina. Más adelante, inauguraron Bistronomy con dos sedes en Bogotá; otro restaurante llamado Rausch en un centro comercial de la capital colombiana y en alianza con el grupo hotelero GHL, tienen dos restaurantes en Cartagena: Marea, ubicado en el Centro de Convenciones; y Gobernador by Rausch, que se encuentra en el nuevo Hotel Bastión. Igualmente, parte de esta asociación tienen restaurantes en Costa Rica, y esperan aperturas para este año en Curazao; y en el país, en Barranquilla y Pereira. “El éxito de esto es que hemos sabido llevar un proceso de desarrollo. Hemos sido pacientes en la forma de crecer, supimos consolidar una marca y pienso que lo hemos hecho de una forma inteligente y ordenada”, afirma el gerente general de los hermanos Rausch. Mientras que Jorge y Mark están en la cocina, Ilan está al frente de la caja registradora, que al año factura unos siete mil millones de pesos.