Al afirmar que en 2012 las importaciones agrícolas apenas representaron el 1,7% del PIB y que Colombia no es un gran consumidor de productos importados en materia agrícola, pues casi 95% de lo que produce el campo se consume en el país, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, salió en defensa de lo que ha representado la política comercial impulsada por este Gobierno. Los Acuerdos de Libre Comercio han negociado tiempos y ritmos de desgravación consistentes con las sensibilidades de los diferentes productos de la economía, en especial con la de los productos agrícolas, afirmó el funcionario.   Por ejemplo, la desgravación del arancel del arroz en el TLC con Estados Unidos se negoció a 19 años, con un período de gracia de seis años. “De este modo las condiciones actuales de acceso son las mismas de cualquier país sin acuerdo comercial con Colombia”, argumentó. Agregó que con Estados Unidos, hay un contingente de 79 mil toneladas de arroz que corresponden  a solo el 3% de la producción nacional, y a 10 días de consumo.   El jefe de la cartera de Comercio, a través de una columna publicada en un diario nacional,  insistió en que los Acuerdos Comerciales no son los causantes de las dificultades que atraviesa el sector agropecuario y dijo que Colombia no ha importado más alimentos este año, sino que por el contrario ha importado 6.5% menos.   Indicó que las  importaciones de leche en polvo el año pasado representaron menos del 3% de la producción nacional, en tanto que las de papa precocida y congelada equivalen a menos del 1% de la producción, y las de arroz menos del 5%. No hay comercio en Colombia de papa fresca, puntualizó.   Recalcó que la mayoría de esas compras provienen en gran parte de la Comunidad Andina,  acuerdo vigente desde hace más de 20 años o Mercosur y no son el resultado de los Acuerdos Comerciales que el país puso en marcha con los Estados Unidos y la Unión Europea de donde han llegado algunas cantidades de papa procesada y congelada.   El Ministro aclaró que la situación de bajos precios que enfrentan algunos productos del agro no se ha dado por efectos de los Acuerdos Comerciales y que, por el contrario, el Gobierno ha actuado al amparo de lo que se negoció en esos tratados, haciendo uso de los contingentes acordados.   Por ejemplo, recordó, en el caso de la leche en polvo se otorgó un contingente de 5.500 toneladas a Estados Unidos, de 4.500 toneladas a la UE, de 4.950 toneladas a México y de 4.060 toneladas a Mercosur. En 2012, las importaciones de leche fueron menos del 3% de la producción nacional.   El vocero de la cartera de Comercio salió al paso de quienes afirman que el Acuerdo de Promoción Comercial vigente con Estados Unidos desde el 15 de mayo del año pasado, haya afectado a los productores del agro.   Sobre el particular dijo que el Acuerdo abre oportunidades para diversificar la producción agropecuaria nacional, de tal manera que cada productor podrá decidir qué quiere sembrar y dónde quiere vender sus productos de acuerdo con las fortalezas de su región.   Recordó como con ese Acuerdo se abrieron posibilidades a productos como frutas, hortalizas y hierbas aromáticas, para los cuales se acordó un mecanismo que agiliza el proceso de aprobación sanitaria y fitosanitaria. “El reto para Colombia radica en fortalecer las instituciones sanitarias y consolidar el sistema de trazabilidad para certificar la calidad de nuestros productos”, sostuvo.   Colombia tiene admisibilidad sanitaria al mercado lácteo de Estados Unidos y en 82 productos o grupos frutícolas y vegetales frescos. Dentro de los productos que ya exportamos están piña, uchuvas, limón tahiti, yuca y mangos. Asimismo, algunos productos que se podrían potencializar son: ajo, coco, papaya, fresa, gulupa, mora, ñame y fríjol. Existe además un grupo de productos que actualmente no son exportados hacia Estados Unidos y tienen admisibilidad en el mercado y son: brócoli, granadilla, higo, naranja, lechuga, pitahaya y uva. Estos productos en su conjunto alcanzaron exportaciones totales por US$6,2 millones en 2012 a otros mercados. Con relación al Acuerdo Comercial con la Unión Europea, que también ha sido objeto de críticas, recordó que este apenas se puso en aplicación provisional el pasado primero de agosto, por lo cual no se puede hablar de efectos negativos en tan poco tiempo.   En términos generales, Díaz-Granados aludió a la forma correcta como se han negociado los acuerdos, en los que también se han pactado reglas claras para el agro, sector para el que el Gobierno ha insistido en brindarle una estabilidad jurídica.   “Hemos negociado cada acuerdo con análisis de diversos sectores y mediante una discusión profunda sobre sus implicaciones, positivas y negativas. Lo importante es el balance de bienestar que le queda a la economía colombiana, y por eso hay que perseverar en esa dirección, eso le va a generar al país más prosperidad”, aseveró.