El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, lanzó una propuesta para financiar la reparación integral de las víctimas. Se trata de crear unos ‘bonos de paz’, una especie de impuesto para indemnizar a quienes han sufrido el conflicto. “Si hubo bonos para financiar la seguridad democrática, esos presupuestos podrían ser utilizados y recaudados para atender a esta población en situación de vulnerabilidad”, dijo la semana pasada. El mensaje iba dirigido al gobierno nacional que es el único que podría crearlos. Según el burgomaestre la ciudad debe atender 400.000 víctimas pero no tiene recursos suficientes. La propuesta no podía ir sin el consabido puyazo a los partidos de oposición. Petro se quejó de que quienes aprobaron la Ley de Víctimas rechazaron una propuesta, incluida en la reforma tributaria que fracasó dos veces en el Concejo, que permitía recaudar recursos “entre los que más tienen, para poder financiar el programa de la restitución de víctimas que habitan la ciudad de Bogotá”.